viernes, marzo 14, 2008

La metafísica y yo, y la comida


En mi juventud rechazé la metafísica, de la misma forma que un lector-acerrimo-de-informaciones-nutricionales; rechaza una hamburguesa con tocino y doble porción de queso, a la vez que intuye muy lejanamente el sabor probablemente más delicioso del cosmos. hoy en día esa intuición a cambiado su lontananza por una proximidad que me tiene comiendo ochenta y dos COMA cinco hamburgesas al mes...

Razón uno: he descubierto que la hamburguesa metafísica con tocino y doble porción de queso, es el alimento por excelencia del hombre feliz.

Razón dos: ¿no creerá que en verdad me como esas hamburguesas? ¡es una taméfora estúpido!

Razón tres: lo que EN REALIDAD sucede, es que jamás he comido de esas hamburguesas; no obstante, me sustraigo con gran maestría a sentir su infinito sabor en mis agraciadas papilas gustativas.

Razón cuatro: la mezcla coherente de la razón uno, dos y tres

Razón cinco: la mezcla coherente de la "razón cuatro" con la "razón seis"

Razón seis: ¿puedo hablar de Dios? sí ¿puedo decir que soy Dios? sí ¿puedo decir que hay un universo en mi globo ocular? sí ¿puedo pararme en la escalera más lejana de todos los límites del cosmo? pues claro ¿puedo recoger una moneda en dos lugares al mismo tiempo y en dos tiempos en el mismo lugar? completamente plausible... ¡PUEDO DECIR (RECOGER, PARARME) (EN) ( ) TODO!

Razón siete: ¿puedo creer DE VERDAD en todo? no, para nada ¿puedo asombrarme de todos modos? sí ¿puedo el día de mañana cagarme en estas siete razones? ningún problema compadre ¿puedo el día de mañana cagarme en el universo? puedes incluso hacerlo en ESTE instante... ¡Ah! ya no lo hiciste.

Te quiero Borges, me cambiaste la vida.