lunes, noviembre 30, 2009

Avispas-sanguijuelas

No dejo de producir la materia que se transforma en palabra que se transforma
en espejo;
Espejo que toma forma de bofetada-caricia cuando la materia es el rechinar de

mis esquirlas,
Y se reflejan eternidades quebradas y hemorragias
Y los pedazos de un jarrón que se recoge a sí mismo.

Las palabras de ahora giran, no fluyen, giran como avispas al rededor de un

coágulo gigante que logran picar con escaso éxito
Y cuando pican paren espejos sinceros:
Desnudo en el baño
Vestido en la mesa
Vestido en tu cama
Desnudo en tu ausencia.

No dejo de despilfarrar avispas-sanguijuelas que con todo su inevitable,

horrendo aspecto
Succionan la sangre podrida que cultivo
En mis venas
Desde que me inyectaste amor y lo mezclaste con
Polvo de murallas gangrenadas.

Pues soy mi propio médico de pantano
Que no tiene más que avispas-sanguijuelas
Para mantenerse vivo, para seguir siendo médico,
Para ser el vivo que mantiene al médico

Que mantiene al vivo que mantiene al médico

sábado, noviembre 28, 2009

Pulsión de muerte

Esta mañana, una vez más
No amanecí en mi mortaja.
Perdóname, continuo precioso,
No tengo los suficientes huevos
Para ir yo hacia ti.
Te veo todos los días en escenas hermosas
Choques, agua, incendios, sangre;
Trato de poner la máxima atención
En ese instante donde se apaga la conciencia
Y me sumerjo en ti.
Pero no tengo los huevos
Para callarme de una vez.
Eso sí, ten por seguro
Que haré todo por limpiarte el camino
En el cual vienes galopando;
Me destruiré con los vicios de siempre
Manejaré como un desquiciado,
Reiré con sangre en la boca,
Y nadie se dará cuenta que
Lo que hago es un acto de amor;
Porque te amo, te limpio el camino,
Porque tengo la esperanza
De que mañana sí,
No tendré que escribir más
Y amaneceré en mi mortaja.