viernes, septiembre 30, 2011

Retrasos fósiles

La temporalidad se pudre de escisión

Por más que el abismo entre deseo y realidad

Se muestre como retraso entre deseo y deseo

Y veamos el todo deshabitado

Desde las llamas de su volcán.


Los fantasmas del capitalismo

Danzan como cenizas y fumarolas:

Atmósfera que habitamos.


La humanidad fosilizada en la piedra

Que recorre chimeneas y grietas

Recuerda que cada beso

Deja arena negra en la boca,

Billete verde en la mano

Y estaño gris en la mente.


¿En qué sincronía,

El tiempo será melodía

Y no cuenta regresiva?

¿Dónde estaremos nosotros,

Entre tanto nadie?

sábado, diciembre 18, 2010

Olvidar esta voz

La sombría sospecha de que
Tras todo el juego de la libertad,
Una naturaleza humana,
Hundida y natural
Decide con sus latidos
La cara de los dados,
Se vuelve a volver visible,
Mostrándose siempre estando ya ahí,
Señalando los dados ya dados
Que ningún verbo vivifica

El juego de la libertad enseña sus raíces
Y el ‘como si’ de las jugadas
Revela un pellejo inmortal que grita:
“Lo único que no pueden querer
Es ser libres, pues los ‘como si’
Somos cadenas de seda,
Y no cedemos ni un milímetro de placebo.
¡Sigan bebiendo el vacío que adornamos!
¡Sigan creyendo en el movimiento de sus vidas!
Nosotros seguiremos dándoles de beber y de creer
Y ustedes olvidarán esta voz. ”

lunes, agosto 30, 2010

Rendirse de tanta realidad

Suspendí el suspenso
Que creía suspendido
Por un hogar que no llegó

Llegó la cordial ambigüedad
Cargadísima de acuarios
Pero nada más llegó

Llegó la intemperie
Que siempre estuvo aquí
Mas nada más llegó

Llegó la sabiduría
De la frustración explicada;
Nada más llegó

Entre nada y nada
Nada llegó
Y si el verbo tiene un sujeto
Es porque el vacío tiene más forma
Que las ilusiones que albergó

Nunca ocupé menos espacio
Que el que ocupo ahora:
El mundo es una cajita con pantalla
Y tinta insípida
Que no enrostra humanos completos
Capaces de expandirme

Voy perdiendo la elasticidad
Y todos los fantasmas
Que habitamos en mí
Nos condensamos
De tanta realidad que nos sitia

Soy el soldado resignado
A entregar la ciudadela en que habitaba
Pues acaban de caer mis compañeros
Que pretendían conquistar las tierras
Ocupadas por la realidad ofensiva

viernes, julio 30, 2010

Suspensión del biombo

Mi voz se ahoga en sus múltiples terrores
La conciencia se funde con su backstage
Y se trasviste en artistas sin público;
Calados de oscuridad se sumergen en sus tramas
Todas abruptas y todas una,
Adentro de un cuerpo sellado por la mudez

El mundo se vuelve la inmanente oscuridad
En la que actúan mis travestis
Ebrios de su libido torpe
Como un espejo que pierde sus dones
Al enfrentarse a mil reflejos que lo infinitan

La luz que atraviesa los versos
Sólo devela las tinieblas que exploramos travestidos,
Y surge rutilante de la torpeza oscura,
Con la que creemos ser aún capaces
De atrapar la realidad con mí deseo

¿Cómo pudimos creer –tristes putos- en otro
Espurio llamado de una mirada?
¿Cómo pudimos volver a tirar el dado viciado
Que sorteaba un nuevo hogar?

La nueva ruptura del deseo
Desencadena el grito ahogado
Por mis propias bocas
Que me besan irónicas
Y funden cada vez más
La conciencia con su backstage

martes, julio 27, 2010

Intemperie

Entre cortinas rojas
Aparece ese centro oscuro
Que desaparece fuera del sueño:
La libido fragmentada,
Unida ahora en sus conflictos.

Los símbolos no se me escapan,
Yo me escapo de ellos
Con los ojos abiertos,
Pues son el garante
De lo difícil que será
Encontrar un nuevo hogar,
Son el indicio de las subjetividades
Que me niegan de enroscadas formas,
Como si reconocieran el olor a intemperie
Que cultivo en la mirada,
Como si reconocieran el pescado muerto
Que habita en mis ojos
Y cuyo gemelo se perdió en mi pasado.

Va mutando la forma de la esperanza
En cálidos ojos que niegan de una u otra forma
La estadía en su calidez, devolviendo mi mirada
A lo más real que tengo: el cielo abierto y frío
A cuya vista duermo tiritando
Envuelto en cortinas rojas

lunes, mayo 10, 2010

Tiempo negado y destilado

Me desintegro en el paso del tiempo
El desamparo sobrepasa a los acontecimientos
Me sorprendo de lo vacías que pueden ser las horas
Tan llenas de moscas y colores.

La vida del hombre se parece más a una lucha
En contra del presente que a un camino bien transitado.
La vida del hombre es la cíclica negación del ahora;
Estamos atrapados en el recuerdo de lo que será,
En tiempos que ya no son o aún no son.

Somos destructores de la presencia.
Los actos más extraordinarios, los cálculos más precisos,
Las respuestas más sólidas,
Son puertas cerradas al presente.
El aburrimiento y la diversión,
La preocupación y el recreo,
Son lo mismo: puertas cerradas al presente.

Me desintegro en el paso del tiempo:
Respiro nuevamente vacío,
Y ya no tiene que ver con nada de lo ocurrido
El hecho se evaporó
Pero en mi jarra quedó el barro
Del que estamos hechos.

jueves, abril 15, 2010

Intento fallido

Son fallidos los primeros ensayos
Para saltar hacia afuera.
La primera persona singular
Se empeña en aparecer
Y los saltos rebotan por su ubicuidad.
Sería más fácil siendo una mosca
Y que la gravedad no pesara nada
Pero todo pesa tanto y acaba convergiendo
En el mismo centro del que escapo.

El idealismo es la forma más sensata
De la locura,
Pues al menos se puede jugar
A que el mundo es otra cosa que el yo, yo, yo.
El solipsismo es la vergüenza del loco
Encerrado en su pieza.

Es que eres más real y opones más resistencia
Cuando te deformo en el recuerdo

Eres mil imágenes por minuto,
El misterio es que te piense una,
El misterio es que aparezcas en los pasillos
Cuando ya te creía ficción
Guardada en mis baúles.

sábado, marzo 27, 2010

Restos

¿Cómo desdibujar algo
Que fue pintado con permanente?
No es posible borrar,
Sólo hacer rechinar la pizarra
Y deformar la imagen,
Hasta la nebulosa atemporal

Te vas convirtiendo en un fantasma extraño,
Una suma de recuerdos
Sazonados con mierda y rosas
Asociados a una cara
Que suspende los pasillos.
Suspensión de miradas
Producto de procedimientos
Incomprensibles de escabrosos.

Y al rededor saben bien,
Que cuando el mal se hace presente
Y nadie sale herido,
Mejor echarle la culpa al error:
Mecanismo que aporta
Más vidrios al acuario

Pero yo salí mutilado
Y cada filo me corta:
Mientras las cosas vuelven a su curso,
Se suspenden los pasillos
Y tal vez también me vuelvo un fantasma
Para tus ojos fantasmales.

¿Qué mierda es tu cuerpo
En el acuario de las galerías?
Una familiaridad falaz
Interpuesta por mil vidrios
-Aún sin pulir-,
Un pez lejano, inerte
Que tiene un gemelo muerto
Al interior de mis ojos,
Una danza submarina,
Que sigue el compás
Del silencio más estruendoso
Y escuchado de mi historia.

El contacto con los restos
Que expelen disonancias
(Como la rota perfección
De un huevo quebrado,
Como la rota eternidad
De las palabras trizadas),
Es la máquina sin tiempo
Que congela los espacios.

miércoles, marzo 24, 2010

Heráclito

Oscuro vividor de la filosofía
Consecuente opositor de opositores
Eres la imagen de una imagen
Fragmentada por los siglos,
En la que los contrarios conviven:
Tu lejanía me acerca,
Tu repulsión me atrae,
Pues cada vez que te nombro
Te atrapo en fragmentos
Que más que unidades son fisuras
Por las que tu imagen fluye
Como el río en que bañaste
A los hombres que te buscan:
Ciegos iluminados por el Dios,
Sordos llamados por el Lógos,
A quienes diste la esperanza
-Con tu desesperanzado estilo-
De algún día recuperar el sentido
Y poder abrazar un sólo Kósmos.

viernes, marzo 19, 2010

Confesión de un ex candidato

Ya no creo en la demora;
Cada segundo es el universo
Cada segundo es final
Cada segundo es este cigarro
Cada segundo es la muerte:
Un golpetazo viril en la espalda del feto,
(Un dios bonachón que nos felicita por nuestro silencio)

No tengo nada para hacer
y sí muchísimo para deshacer
(un pasado y un cuerpo)

Lo demás es el relleno de la multiplicidad sonriente

-Que inyecta los calendarios-
Atravesado por una constante furtiva:
La adicción a la nicotina,
La adicción a la angustia,
Contrapuesto exacto de
La adicción al futuro,
La adicción a la mentira,
Que detentan todos los candidatos
A un puesto en la felicidad.

viernes, marzo 05, 2010

Sacando en limpio

Después de que la hermosa carretera
Ha pasado por mis pies;
Después de que el mundo me ha abierto sus posibilidades
Y yo me he abierto a ellas;
Después de que el cielo se ha vuelto escombro
Y el suelo tumba
Debo reconocer con pesadumbre
Que los escombros interiores
No se han caído,
Y debo sacar en limpio
Que no pude sacar nada en limpio
Puesto que adentro el dolor ha construido un búnker
Que no se inmuta ante los portentos que se agolpan
Ni se agrieta ante el paso del tiempo.
Sólo construye túneles y cámaras
Y aparenta no existir,
Apaga las luces y me da espacio a ignorarlo,
Pero resurge y me advierte
Que no va a abandonarme pronto
Y que es inmune a toda mi artillería.

En una pieza contigua y oscura
Duerme la esperanza
Y sonámbula escribe en las paredes de mi mente
Que de las improbables ruinas del búnker
La felicidad –aberración transparente e indefinida-
Construirá una mediagua.

viernes, enero 22, 2010

Necesitar

Necesito no necesitar tanto
Pues el mundo es demasiado utilizable
Para tan pocos dedos en cada mano

Pero no puedo:
Extiendo mis brazos
Con abnegada fuerza,
Hasta rozar, siquiera,
Un átomo del universo

Soy una brizna de hierba
En los dientes de la sociedad;
Dispuesto a alienarme en sus cuatro estómagos
Me sorprendo cuando aún creía en mi raíz.

Soy cera para el deseo
Moldeable por los artesanos del amor
Que nos deforman con crueldad,
Que nos extirpan toda vitalidad
En la danza de los ciegos fragmentados

La peor enfermedad es el mundo,
Es la multiplicidad, es la apariencia,
Es la discontinuidad: una sola mirada amorosa
Que promete el continuo, se multiplica
En vectores horribles, tensados, opuestos
Listos para moverse como una inmensa señora
Llevando más platos de los que puede

Necesito no necesitarte
Pero sólo logro fumar y moverme entre el humo
Y se me caen los platos
Y escribo versos
Con pedazos de loza.

martes, enero 05, 2010

las agujas del ahora

Nuevamente, no hay nada al final del cigarro
Sólo el presente que se mutila
Para matar al pasado,
Con el que carga en las horas
De desesperación,
Como un niño que sufrió perder su pecho
Y en el suelo muerde las agujas del ahora

miércoles, diciembre 30, 2009

Huída

Desde que tus horas ya no son las mías
El tiempo es mi peor enemigo
Pues me ataca con sus tres frentes:
El presente me clava sus lanzas
Y me obliga a la retirada,
El pasado es una emboscada
En medio del desierto florido,
El futuro es la derrota
Lejos de tu hogar.

Me avergüenzo de escuchar
El viento entre los álamos
-Don plácido de la presencia inmediata-
Pues he profanado el instante
Dándole mi espalda

Y es que mi tristeza es la huída
De tu ausencia
Y tu ausencia son tus horas
Amputadas de las mías

martes, diciembre 29, 2009

Fuera del tiempo

(Escrito el 10/11/09)

I

Y he aprendido a sentir,
En el vórtice de lo oscuro.

Observando el espectáculo de mi tiempo
Me sorprendo fuera de él

El pasado -guepardo imponente-
Se abalanza sobre mi instante fugitivo
Y mientras sus garras desgarran
A mi fatigada gacela
Explota la dinamita de su estómago

Y cubierto en sangre,
Me descubro fuera del tiempo

Pero ya no es la eternidad;
Es la oscuridad
Donde no se observa movimiento

O quizás es tu eternidad
Que se despliega dialéctica
Que se afirma y luego se niega
Y porque se niega luego se afirma

II

Cuando luchaba por darte mi todo
Preferiste la sangre,
De mi cráneo partido...
Por las trituradoras que interpusiste
Entre mi dolor y tu miedo

Cuántas veces me abalancé contra ellas
Para reconocer tu rostro
Detrás de ese velo afilado.
Para conocer al jinete
De tus veloces palabras

Pero el velo fue piedra
E indómitos galopaban los caballos,
Azuzados por el temor
A la avalancha de miradas

Yo forjé palabras, llenas de tiempo:
Las novedades más antiguas.
Tejí un vacío con sílabas
Creyendo que era el cielo

Mas nunca se sabe qué dicen las palabras
Hasta que sus referentes se trizan
Como jarros de mierda,
Cuyas esquirlas hay que tragarse
Para rasgarse el vientre y volverse sabio

Hoy vi a una flor ahogarse
En la orina de un cerdo; era amarilla.
Los pétalos se quemaron
Pero el tallo aprendió a ser hombre

III

Y he aprendido a vivir
En el vórtice de lo oscuro:
Donde la vorágine reposa
He conocido el perdón

He desplegado las velas
De una barco que navega sin viento,
Sin explicaciones ni inquisiciones,
Removiendo las aguas
Del pantano de tus culpas

Hoy vi a un jardinero acariciando los espinos;
La sangre de sus manos los transformaba en flores.
Sonreía: me dijo que había perdonado a su madre
Por haberlo traído al mundo.

IV

Y he aprendido a morir
En el vórtice de lo oscuro.
Sentado fuera del tiempo
Anhelo diluirme del espacio

Hoy vi a la muerte engalanada de belleza;
Me dio un beso y regalándome su rostro
Comprendí el absoluto:

Hagamos el amor, te digo,
Una última vez.
Hagamos el amor y regresemos al continuo,
Sumergiéndonos en la nada que tanto temí
Y ahora quiero compartir contigo,
Fuera del tiempo y del espacio.

Llenemos nuestras nadas con nuestros cuerpos
Y regresemos al vacío de donde salimos.
Pongámonos cinturones de dinamita,
En tu cintura, en mi espalda, entre tus piernas

Y que el orgasmo sea el portal hacia el silencio
Y que la carne explote en todas las direcciones
Y que los fluidos se mezclen con el fuego y el polvo
Y que mis libros ardan en los escombros
Y que de nuestra espuma nazca afrodita

La diosa en donde lo divino y lo demoniaco
Se mezcla sin escándalo,
La bestia de cuyos tibios pechos
Maman Eros y Tánatos

No vivamos en el fragmento
Hagamos del dolor, la sabiduría y el perdón
La semilla de la divinidad
Que brotará hermosa y terrible
En medio de nuestros cuerpos,
Unidos y muertos,
Atravesados de nada
Y fuera del tiempo


sábado, diciembre 26, 2009

Segunda persona singular

¿Por qué ya no aparece la segunda persona singular en las líneas que despacho?

-------------------------------------------------------------------- (Debe ser)

--------------------------------------------------------------------(Que ya no)
---------------------------------------------------------------------(Existes)
-----------------------------------------------------------------------(Allá)
Y te quedaste esculpida en la primera persona singular.

jueves, diciembre 24, 2009

Natividad sin ti

La vida no nos quiere pero no puede vivir sin nosotros somos su única ocupación y no tiene miedo sabe que la aceptamos haga lo que haga y hace lo que hace con sumo desinterés como jugando a inventar juegos una noche en que no hubo nada más que hacer: nos lanza migajas durísimas rellenas de nada y estudia los efectos de la ingestión repentina e inesperada del relleno pues le provoca risa. Ja. Ayer le corté tres patas a una araña fue cuando más utilizó las otras cinco.

Un día se aburre de divertirse con tales boberías y nos mata y no importa porque siempre quedan más de los que ocuparse: es lo que más fastidia al funcionario de registro civil que emite partes de defunción a las nueve de la mañana mientras en su casa lo espera el aburrimiento de tener que divertirse jugando a inventar juegos en donde la existencia de esta carne es el juguete que nadie compró para navidad.

domingo, diciembre 20, 2009

No pasó nada, excepto yo

Está amaneciendo
Y no es el mundo el que surge de la nada.
Flota en la opaca luz, en el canto de los pájaros,
En el fresco que me rodea
La oportunidad de preguntarme qué hago aquí.
Pero sólo ronda eso; es la oportunidad, no aún la pregunta
Y no voy a aprovecharla.
Puedo preguntar, puedo encerrarme
Mientras se abre el día,
Mas la luz ya me abrió: veo cosas, personas
Que empiezan a moverse;
Y tuve la oportunidad de preguntarme qué hago aquí
El alba me la ofreció de improviso y la miré,
La contemplé como ese pájaro que se mueve
Indiferente; que no me teme pero que jamás
Va a posarse en mi mano si se la extiendo.
Aletea un rato, ya no tiene nada que hacer aquí, se va.
Yo me levanto, quiero prepararme el desayuno:
La oportunidad de no deberle nada al asombro, que no llegó

La tostada quemada tiene el sabor a la tristeza de comprobar
Que cada vez que te intuyo, se me cae la boca
Con la que pensaba cantarte.

Cenizas

Las cenizas de este cigarro que dura tan poco
Me recuerdan lo que seré cuando la aplanadora del tiempo
Cumpla conmigo su trabajo.
Ojala que de mi tumba germine una hermosa planta de tabaco,
Que será cigarrillo y que será ceniza,
Y que te recordará a ti también
Lo que serás cuando la aplanadora del tiempo
Cumpla contigo su trabajo.

viernes, diciembre 04, 2009

El sufrimiento es la sangre de la lucidez

El sufrimiento es la sangre de la lucidez
Que hincha mis ojos
Que revienta mis venas
Para lavarme la vista,
Aunque la hemorragia me tire al suelo
Y conozca el sabor de la tierra.

Antes tomaba la leche
Del pecho del mundo,
Mas sus brazos me soltaron
Y lloré todo lo bebido

Ahora soy los pedazos
Que luchan por no esparcirse
En la corriente del continuo;
Afán odioso de mantener la vida,
Que resiste el caudal del río.

Antes era la jarra rota y mal pegada
Que somos de nacimiento, y hacía
Aquello de lo cual todos nos creemos capaces;
Yo, como tú y como él,
Vertía mi sangre en las fontanas del mundo
Y en jarras como tú y como ellos,
Creyendo encausar mis actos
Por la boca de mi voluntad.
También creía recibir tu sangre,
Nutricia como leche de madre

Pero cada acto humano es el temblor
De quince mil fragmentos
Que derraman nuestra vida por los intersticios.

Apostamos por nuestra unidad, por nuestra consistencia
Creemos en el trasvasije prolijo de nuestra vida al mundo, al otro
Pero no: cada inclinación de la jarra deja un charco de treinta mil gotas
Y la tierra oscura en donde somos, se erosiona
Y la delgada cerámica se corroe
Y nos quebramos
Y la hemorragia nos lava la vista
Y escribimos que,
El sufrimiento es la sangre de la lucidez

lunes, noviembre 30, 2009

Avispas-sanguijuelas

No dejo de producir la materia que se transforma en palabra que se transforma
en espejo;
Espejo que toma forma de bofetada-caricia cuando la materia es el rechinar de

mis esquirlas,
Y se reflejan eternidades quebradas y hemorragias
Y los pedazos de un jarrón que se recoge a sí mismo.

Las palabras de ahora giran, no fluyen, giran como avispas al rededor de un

coágulo gigante que logran picar con escaso éxito
Y cuando pican paren espejos sinceros:
Desnudo en el baño
Vestido en la mesa
Vestido en tu cama
Desnudo en tu ausencia.

No dejo de despilfarrar avispas-sanguijuelas que con todo su inevitable,

horrendo aspecto
Succionan la sangre podrida que cultivo
En mis venas
Desde que me inyectaste amor y lo mezclaste con
Polvo de murallas gangrenadas.

Pues soy mi propio médico de pantano
Que no tiene más que avispas-sanguijuelas
Para mantenerse vivo, para seguir siendo médico,
Para ser el vivo que mantiene al médico

Que mantiene al vivo que mantiene al médico

sábado, noviembre 28, 2009

Pulsión de muerte

Esta mañana, una vez más
No amanecí en mi mortaja.
Perdóname, continuo precioso,
No tengo los suficientes huevos
Para ir yo hacia ti.
Te veo todos los días en escenas hermosas
Choques, agua, incendios, sangre;
Trato de poner la máxima atención
En ese instante donde se apaga la conciencia
Y me sumerjo en ti.
Pero no tengo los huevos
Para callarme de una vez.
Eso sí, ten por seguro
Que haré todo por limpiarte el camino
En el cual vienes galopando;
Me destruiré con los vicios de siempre
Manejaré como un desquiciado,
Reiré con sangre en la boca,
Y nadie se dará cuenta que
Lo que hago es un acto de amor;
Porque te amo, te limpio el camino,
Porque tengo la esperanza
De que mañana sí,
No tendré que escribir más
Y amaneceré en mi mortaja.

lunes, marzo 30, 2009

Espejo contra espejo

Espejo contra espejo
Así es el terreno
De nuestro mundo
De nuestros cuerpos

Los infinitos reflejos
Extienden nuestra famélica carne
Y nuestros famélicos pasos
Van de imagen a imagen
De fragmento a fragmento.

Hasta hace poco
Creíamos en el límite.
Hace poco
Vimos nuestra desnudez
Perdiéndose en el infinito

Hasta hace poco
Éramos peces de pecera.
Hace poco
Nos supimos fotones
Entre espejo y espejo.

La infinita fragmentación
Es la develación de nuestros días:

Pues el cosmos es la arbitrariedad
Con la que vida y muerte
Pueden darse en una misma carne
Por la que espejo contra espejo
Es contradicción que a todo subyace.

lunes, diciembre 08, 2008

El problema del sentido: latencia y presencia, razón suficiente y superación

El planteamiento de la pregunta por el sentido, no ha sido algo propiamente hecho a lo largo de la historia de la filosofía. Las preguntas filosóficas nacen a raíz de grandes problemas que la mente filosófica procura abordar a través de su planteamiento, pero estos problemas nacen a su vez debido a la experimentación de algo que necesita ser preguntado y en lo posible respondido. Todo lo que una época histórica no necesita preguntarse en forma sustancial (ya sea porque no le interese o porque las respuestas sean dadas en formas de mitos, ciencia, religión, etc.), suele pasar de lado a la filosofía; pues ésta se aventura y se ha aventurado siempre en los terrenos en donde falta algo que a la vez se muestra como faltante; aquello que se muestra (llamado de diversas formas a lo largo de la tradición filosófica: naturaleza, logos, ‘lo que es’: tò ón, etc.), necesita ser explicitado por el logos o el dia-logos que mana del filósofo. El hueco que queda cuando aquello que se muestra aún no es explicitado constituye el escenario en donde la tragedia del filosofar se desarrolla; son los terrenos yermos que dejó la despedida del mito y que el logos filosófico, como un Hércules que se enfrenta a una ingente tarea, ha procurado habitar de forma satisfactoria.

Aunque en la antigüedad no se haya planteado la pregunta por el sentido como tal, si se hizo la por el ser y todo lo que lo rodeara. Parménides, con su ser único, inmutable e indivisible; Sócrates con el elemento ético y humano en el centro, buscando dialécticamente las definiciones y los universales; Platón y su teoría de las Ideas, que pone como modelo absoluto para todo lo existente, una realidad Inteligible externa al mundo de los sentidos; Aristóteles, (desglosando toda la filosofía precedente) reconciliando al ser con la realidad sensible y a la vez cotejando con la sabiduría como la ciencia de las más altas causas y principios. El pensamiento antiguo aquí muy resumido, significó un florecimiento enorme en lo que hemos dicho de las preguntas filosóficas: preguntan lo que hace falta preguntar. Los griegos como padres de la filosofía, al ser los provocadores y espectadores de la caída del mito, se encontraron con mucho que se mostraba digno de explicitación a través de la pregunta, y de este modo realizaron un inmenso aporte a la filosofía; por lo cual siempre notamos que el pensamiento ulterior, hace referencia en alguna manera a la filosofía griega. Sin embargo, en esta época histórico-filosófica, no encontramos la pregunta por el sentido planteada como tal.

Con la caída del Imperio Romano de occidente, se inicia la Edad Media y ello trae consigo una serie de consecuencias para la filosofía. El cristianismo se sobrepone a las demás religiones oficiales y paganas para imponer su hegemonía y llevar la palabra de Dios por todo el mundo europeo (y luego al mundo entero). Constituyéndose de esta manera una época teocéntrica, la cual relega los conocimientos en la ortodoxia eclesiástica, incluyendo entre estos conocimientos a la filosofía. Filosofía acorralada al servicio de la religión, al trabajo hermenéutico sobre una verdad ya revelada, ya explicitada, pero un tanto oculta; o a la sistematización de un saber racional de inspiración y fuente griega, pero que necesariamente debe empalmar con la verdad revelada. Este último servicio que presta la actividad filosófica medieval revive la doctrina de Platón en el neoplatonismo, Plotino y San Agustín; y la de Aristóteles en la escolástica, siendo su principal representante Santo Tomás de Aquino. En todos estos intentos eclécticos que devuelven al hombre a un pensamiento no puramente racional, no hallamos por ninguna parte la pregunta por el sentido planteada con propiedad.

La época moderna comienza a despuntar en el Renacimiento, en donde el pensamiento se vuelve antropocéntrico con pensadores como Maquiavelo, y el tema político se aborda con una vitalidad que no habría sido posible en la edad media; sin embargo, no es hasta Descartes cuando se establecen los cimientos del pensamiento, el hombre y la actitud moderna. Con él, todo lo anterior es desechado y se comienza a pensar de nuevo; es aquí donde la autoafirmación del sujeto prepondera por encima de cualquier dogma, revelación u orden preestablecido. No obstante, en Descartes tampoco hallamos la pregunta por el sentido hecha como tal.

¿A que se debe esta ausencia de la pregunta por el sentido en la vasta historia del pensamiento filosófico desde la antigüedad hasta Descartes? ¿Es acaso una deliberada negligencia o más bien se debe a algo que está presente antes de todo filosofar? Habíamos dicho que la filosofía se pregunta por aquello que hace falta preguntar, pero que a la vez se muestra como faltante. En este breve recorrido por la historia de la filosofía, encontramos que cada uno de los terrenos abordados han sido terrenos que se han necesitado abordar, debido a la ausencia primigenia o a la caída de lo precedente.

La razón por la cual el sentido no ha sido problematizado, resulta ser precisamente la presencia inmanente de éste en todas las épocas dichas. Con la caída del mito, el sentido no comenzó a hacer falta; y lo que haya hecho falta de aquel, fue completado indirectamente a través de las otras problemáticas filosóficas más urgentes: en la fusij estuvo solapado el sentido, en la idea lo estuvo y en la ousia también lo estuvo. Con la caída del orden político dado por el imperio romano y el simultáneo auge del cristianismo, quedó mucho terreno vacío, y la religión justificada por un pensamiento filosófico-teológico, se encargó de llenarlos; no obstante, el sentido en este tránsito no figuró como algo perdido y si algo se perdió, estuvo también solapadamente recuperado a través de la religión. Incluso en la época arcaica podemos notar –desde los plateamientos de Mircea Eliade- que el sentido se hacía presente en arquetipos que poseían el sentido; y en la repetición de los rituales y costumbres dados por estos arquetipos, el hombre arcaico se hallaba imbuido en el sentido. Por lo tanto, si la pregunta por el sentido no fue algo propiamente abordado, se debe a que éste se ha hallado presente y sin dificultades en todo el pensamiento antiguo, y no sólo en el pensamiento, sino que a atravesado existencialmente todos los aspectos en donde hallamos esfuerzos humanos. Si analizamos más detenidamente este hecho, notamos que el sentido fue algo tan incuestionadamente presente, que incluso la filosofía misma se constituyó como una fuente de sentido, como un eros que pretende alcanzar lo más preciado para el hombre. Un claro ejemplo de esto es Sócrates, el cual encontró una fuente de sentido tan relevante en el vivir filosóficamente; que fue capaz de morir debido a la intransigencia de sus principios. Sin embargo, esta tan incuestionada presencia del sentido, provocó que el filosofar mismo no se dedicara a su problematización.

A pesar de que el sentido se ha dado de esta forma y ha sido algo inmanente al hombre y a su historia, en independencia de la filosofía e incluso del pensamiento en general, el planteamiento del problema del sentido deja de ser algo pospuesto como tal a partir de Leibniz con su “principio de razón suficiente”. El cuál dice: Nihil est sine ratione. “Nada es sin fundamento” ¿pero en que se diferencia este principio, de las formas indirectas de abordar el sentido en la época arcaica, antigua y medieval? Pues precisamente en que el principio de razón suficiente como proposición del fundamento, versa directamente sobre el fundamento de los entes. Nada es sin fundamento, todo lo que “es” posee fundamento. En esta forma de proponer, el sentido ya no va solapado en arquetipos ni dioses ni metafísica clásica, sino que viene dicho como fundamento. Pero para entender la relación que tiene “el fundamento” con el problema del sentido, hay que tener en cuenta que la época moderna, se perfila desde Descartes como una nueva actitud humana, en donde el emplazamiento de los objetos frente al sujeto -en tanto objetos emplazables y sujetos capaces de emplazar efectiva y suficientemente a los objetos- es el pilar de aquella nueva forma de ver el mundo. Es por esto que no resulta difícil comprender como la noción general y extensa de sentido pudo reducirse al fundamento de los entes y a los entes como objetos. Pero ahora, fuera del intento de comprensión histórica de esta reducción, nace una pregunta crítica ¿debe el problema del sentido reducirse a esta proposición? Antes de abordar esta pregunta como tal, hay que profundizar un poco más en el principio de Leibniz.

El principio de razón suficiente se constituye en un primer estadio como principio ontológico, el cual rige la realidad misma de los objetos en independencia del sujeto. “Lo que allá afuera es, posee en todos los casos una razón de ser: nada es sin fundamento”. Sin embargo, esta razón de ser queda delimitada en sus características. Es ante todo una “razón suficiente”, es decir, algo que fundamenta suficientemente las cosas que son, y esta “suficiencia”, para la mentalidad moderna ronda en torno a lo razonable, a aquello que satisfactoriamente (ya sea lógica y/o empíricamente) da cuenta de los entes. No obstante, este “dar cuenta” no lo realiza la realidad misma; es el sujeto el que tiene que efectuar la operación racional de dar cuenta del fundamento de los objetos. Por esto es que el principio de razón suficiente también tiene un estadio epistemológico. Es principium redenddae rationis. Rationem reddere significa: volver a dar el fundamento. Es así que el sujeto vuelve a dar cuenta verdaderamente de aquello que ya de por sí, fundamenta a los entes.

Este estadio epistemológico pareciera darse secundariamente y sin intervenir en el ontológico, pero la modernidad cartesiana lleva la auto-afirmación del sujeto hasta el punto de transgredir el primer estadio. De esto resulta que aquello de lo cual un sujeto de pensar riguroso no puede dar cuenta racionalmente, queda desmerecido de status ontológico y se llega a desconocer su objetividad. El principio de razón suficiente es principium reddendae rationis, no como accesorio secundario del nihil est sine ratione, sino como el criterio mismo para que el fundamento que se vuelve a dar sea fundamento de una realidad efectiva.

Hasta estos dos estadios llega el principio de razón suficiente en la modernidad, y hasta estos dos estadios llega su “homologación” con el problema del sentido. Pero este principio en modo alguno, llega hasta el sólo planteamiento filosófico. La decantación imperceptible de este principio, va a ser parte esencial de la actitud del hombre moderno. Un hombre calculador que busca abarcar progresivamente cada uno de los entes. Esta ambición se va a ver cumplida en el desarrollo de la ciencia moderna, la cual a través del preguntar los “porqués” los “cómo” y los “cuándo” de los entes particulares, de los objetos científicos, va a cumplir con el deseo de abarcarlos suficientemente. Y será la técnica la que se encargará de llevar los alcances de la ciencia, a la humanidad tecnocrática; que a través de la tecnología dará forma y estabilidad al dominio que pretende ejercer sobre los entes; puesto que la ciencia entendida desde los efectos que desencadenó la aplicación en todo ámbito del principio de razón suficiente, es antes que un saber, un dominio.

¿Pero hasta que punto este despliegue llega a constituirse como sentido?

En un cuento de Kafka llamado “la obra”, un topo narra en primera persona el desarrollo de una magnífica y perfecta fortaleza subterránea construida por él mismo. Su accionar técnico y prolijo lo ha llevado –gracias a la constante calculación de las funcionalidades, conexiones y peligros de los túneles que va a construir- a la realización satisfactoria de la obra. El cuento hasta este punto parece una alegoría del principio de razón suficiente. Nada de lo que el topo construye carece de fundamento racional: Nihil est sine ratione. Sin embargo, el desarrollo del cuento nos empieza a mostrar que el topo se halla en una situación de constante angustia a causa de los cuestionamientos suficientes que la obra en su esplendor máximo, le va exigiendo cuestionar: “¿qué pasa si entra un invasor? ¿Debo poner un guardia? ¿Debo cerrar algunas salidas?”. El topo, a pesar de haber llevado al esplendor su obra, se encuentra en plena realización, en plena marcha, construyendo una obra con la que no ha hallado verdadero sentido; si en algún momento el topo halló sentido en la construcción de la obra, ese sentido se transforma en la angustia y el agobio que ocasiona convertirse en un esclavo del principio de razón suficiente. “la relación entre el ingente trabajo y la seguridad real, al menos hasta donde soy capaz de percibirla y de beneficiarme de ella, no sería favorable para mí” ¿por qué no es favorable para él? Pues porque esta ingente labor ha perdido el sentido, quedando tan sólo razones suficientes para decidir entre construir un túnel más o no, entre poner un guardia o no, entre hacer una cosa u otra, pero careciendo del sentido que tendría que tener hacer la obra.

Ahora ya cabe hacerse la pregunta ¿debe el problema del sentido ser reducido al principio de razón suficiente? El ejemplo del topo –el cual es una alegoría del hombre contemporáneo abrumado en la cúspide de los triunfos de la modernidad- demuestra que el sentido no puede ser reducido a este principio: pues justo donde acaba el estadio ontológico-epistemológico del principium rationis sufficientis, se halla la carencia de un tercer estadio. El estadio existencial. El principio de razón suficiente en su incesante obsesión de dominar los entes particulares, mediante una razón que sea capz de responder los “porqués” los “cómo” y los “cuándo” de aquellos entes, deja de lado este tercer estadio en el cual la existencia misma (con toda la actividad, el hacer y el decidir que implica existir) es justificada más allá de una fundamentación de los entes, en donde el sentido mismo nos atraviesa y nos nutre más de los límites racionales del principium. Es por todo esto que el sentido no halla hogar en un principo como el principio de razón suficiente. La historia nos permite afierma que las consecuencias humanas del máximo despliegue del principio, se han constituido como las principales fuentes de sin-sentido: las guerras mundiales, los daños de la ciencia y la técnica; túneles que se van desplomando a medida que la obra se agiganta ¿cómo se supera el principio, ahora que nos damos cuenta que su ramificación voraz acaba por despojar de sentido a aquello en lo que se instala?

Filosóficamente, el principium rationis sufficientis ha sido superado. Según Jaspers, es con Nietzsche que se impone la auto-producción del hombre como instancia para hacerse cargo del sentido, dejando éste de ser algo dado ontológicamente y racionalmente limitado. Es con Kierkegaard que no se busca definir al hombre por género y diferencia específica, haciéndose más bien hincapié en el hombre de “carne y hueso”, que existe, sufre, se angustia, está destinado a morir y debe vivir con el peso de todo aquello. Y es con Heidegger y Jasper que todo esto es reunido, situando al hombre en la existencia que debe proyectar su propio verdadero sentido, a la vez que se hace cargo y asume todas las condiciones existenciales que lo limitan. Esta superación, desecha en un principio la idea estática del sentido que lo concibe como algo universalmente dado, y la reemplaza por la proposición dinámica del sentido como algo que el “hombre existente” debe buscar y hallar por sí mismo

Pero a diferencia del principio de razón suficiente, la superación filosófica de éste, no ha decantado en la actitud de una nueva humanidad. Hoy en día vemos a los mismos hombres abrumados en la vorágine de la técnica, en la permanente interpelación-exigencia que el viejo principio de razón suficiente sigue provocando en la humanidad; vemos a topos que en la cúspide de la gran obra, hallan el sin-sentido morboso del inmenso absurdo que los rodea ¿será que la razón suficiente llegó para instalarse hasta que el inmenso cáncer tecnocrático, termine por destruir por completo el sentido y la espiritualidad?

Las propuestas están hechas. Diversas teorías del sentido se perfilan indicando los rumbos que pueden superar el dominio del principium rationis sufficientis. Con Heidegger se apunta al Ser, de manera que el sentido es experimentado en un saber de éste, que permite al hombre sostenerse en la existencia y en la manifestación de los entes. Con Deleuze el acontecimiento es visto como una instancia que quiebra el buen sentido, mediante la aparición de un objeto paradójico en el entrecruzamiento de cadenas causales, el cual en su sin-sentido se ofrece como peculiar fuente de sentido. Con Weischedel se apunta a un “cómo-sí” Dios existeria, el cual desde su posición originaria y última, fundamenta a todo lo que en la cadena de sentido le sigue. Sin embargo, las teorías son sólo indicaciones y las indicaciones sólo indican a aquello por lo cual se esmeran en indicar. Es labor del hombre y sólo del hombre, el juzgar si el sentido está siendo indicado por alguna de sus teorizaciones y hacerse cargo de una vez por todas del problema del sentido.

sábado, octubre 04, 2008

Fantasías animadas de ayer y hoy

¿Qué sucede si somos espejos,
Mirándonos al espejo?
La locura multiplicada al infinito,
Se transforma en la normalidad de la repetición

La cultura es la aguja ensangrentada
Que fue aplastada y esparcida.
Es el espejo que se miró al espejo
Y creyó en cada uno de sus reflejos

El viejo y corrosivo dilema
Será siempre la última novedad.

El primer paso que dio el hombre
Será igual al último.

Y mientras tanto
En la ilusoria hilacha del tiempo
En el despliegue infinito de la historia
Somos la misma aguja que se hiere.

Hasta ahora, el mono no ha hecho sino una cosa:

Esparcir la punzante simplicidad
De la Única intriga
Fragmentándose en ser humano.

domingo, agosto 31, 2008

Misterio risotológico

La risotología es una ciencia antigua

Que se instauró como tal en el primer congreso de risotología

En el año ocho antes de yogurt

-

Todos los risotólogos se reunieron en un salón con sillas

Y no emitieron ningún ruido.

Inmediatamente

Convinieron en que jamás se debía hacer un congreso de risotología

Ni siquiera ese que estaban haciendo.

-

POR LO TANTO

-

Salieron corriendo con frenesí y brazos al aire

Y sus cabezas chocaron unas con otras

Y murieron al instante,

Y se evaporaron a la velocidad de la luz

Y se hicieron mierda

Y el salón con sillas se redujo a una bola de medio centímetro cúbico

Y aconteció el big-bang

Y –al parecer- este universo.

-

Y aquí estoy yo hablando de esto

Y no sé de donde chucha salí.

sábado, agosto 09, 2008

Una vieja melodía de Charlie Parker.

Una vieja melodía de Charlie Parker. Sí. A una vieja melodía de Parker sonó esa tapita de bebida cuando cayó en la desolada calzada de la Avenida Capitolio. La habrá dejado caer un descuidado transeúnte; o tal vez quién sabe, el mismo Dios (cualquier Dios que se le ocurra) la puso ahí cuando nadie miraba. Introdujo la tapita ex nihilo, con Charlie Parker y todo. Dicen que el destino no existe, que son inventos de los estoicos y que lo que rige los sucesos del cosmos es el puro azar. Sí, sí, de acuerdo, pero la diferencia entre el destino y el azar es el puro nombre. Que haya un código preinscrito por ahí, donde se indiquen todos los sucesos del universo, también es parte del azar. Si el desorden y la aleatoriedad se expanden hasta el infinito, se convierten en el más irreprochable orden y determinismo. Con lo que me gustaba a mí Charlie Parker… Lo único que está claro, es que el destino-azar se materializó en la tapita-Parker, como la absurda causa que era necesaria para que yo cruzara la calzada y me atropellara el camión, y ese niño viera mi materia gris desparramada por el pavimento, y el mismo niño decidiera treinta años después apretar el botón rojo, que soltaría la bomba, en respuesta a la cual los otros niños soltarían sus bombas, quedando de todo eso no más que cucarachas sobre la faz del globucho.

viernes, julio 04, 2008

La risotología

Ahí donde termina la repulsión
Comienza la risotología
Ahí donde lo insoportable lo sostiene todo
La risotología se asoma
Ahí donde la mierda se solidifica
La risotada apela a un logos

Y ya no queda más que desparramar risotadas
En la plenitud de la mierda
Desparramar risotadas seriamente
Lo único serio al fin y al cabo
Tan serio, que se risotea a sí mismo

El perro desparrama mordiscos sobre todo
El perro es parte de todo
El perro se mordisquea a sí mismo
El perro caga mierda
El perro es una mierda
El perro es parte de la mierda

(Ayer pisé mierda, o lo que es exactamente lo mismo: fui pisado por mierda)

El risotólogo es ese perro
Perro que muerde, no ladra
Perro que ladra, anda puro hueveando
Perro que mordisquea, se alimenta

Güatita llena, corazón contento

Los que andan con la güatita vacía
Y escriben panfletos con ladridos vanguardistas
No se han dado cuenta,
Que el cosmos está hecho de mierda
Y que sólo la risotología
Ha sabido hacerla comestible.

sábado, junio 28, 2008

Descubrimiento risotológico I

El risotólogo ha descubierto
Que la más seria de las seriedades

------------------------------------ES PARA RISOTEAR DE LA CAGADA

Desde los marxianos que sufren y luchan seriamente
Hasta los big-banes, que (¡en serio huevón!) originaron el universo.

El risotólogo es el burgués por excelencia
Pues come burguesas con Ketchup
Es el marxiano por excelencia
Pues come guaguas con Ketchup

Se ha dicho que sufre del intestino espirálico
Y es cierto, sí, (las risotadas, comprenderán)

En todo caso, es muy serio en lo que hace:
Estudiar con minuciosidad, todo aquello que en potencia o en acto
En pichanga o pachanga, en salero o bisagra,
En sífilis o giliglimitis, en risotología o no risotología,
Es fuente de risotadas estruendosas.

Es tan serio en lo que hace, que se estudia a sí mismo
Mediante espirálicos estudios (que se risotean de la cagada).

No, no estudia la risa: (idea volátil)
Estudia el fenómeno de la risotada que se desparrama sobre todo
Estudia el sobre todo en que se desparrama el fenómeno de la risotada
Estudia la risotada que se desparrama sobre el fenómeno del sobre todo
Estudia el desparrama que el fenómeno se sobre todo sobre la risotada (¡Ay!)

El risotólogo sabe de lo que habla:
Mierda ergo sum, sum ergo risotada
Mierda ergo risotada.

Es el que ha descubierto,
Que no hay nada para cagarse de la risa
Sino que hay todo para risotear de la cagada

jueves, junio 05, 2008

La Porquéria

-------------------------------------------------------------«¿Cómo?, ¿cuándo? y adónde?
--------------------------------------------------------------- ¡Siguen callados los dioses!
-------------------------------------------------------------------Tú atente al porque
-----------------------------------------------------------------y no preguntes: ¿por qué

---------------------------------------------------------------------------Goethe-


Se ha descubierto que la RAE, incurre en faltas de ortografía
Porquería -según ella- se escribe con tilde en la ‘i’
Cuando siempre se ha debido escribir así:

Porquéria

“¿Por qué se ha debido escribir así, buen señor?”
Bueno… justo ahí está el problema
Puerco asqueroso
Que revuelves la mierda con tus ‘¿por qué?s’
Y conviertes al mapamundi en una porquéria

¡A la mierda dejémosla tranquilita!
Que por más que le busquemos razones varias
Y la revolvamos con ‘¿por qué?s varios
No hallaremos en ella más que a ella

A mi me basta con ella, misterio sabroso

Todo el resto es porquéria
Que se sobreañade y se deriva de una mierda ultrajada
Por los báculos de la seriedad
Por las líneas del progreso
Por los triángulos de la religión
Por los puntos de la ciencia
Por las recetas de cocina
Por los libros sagrados
Por hermeneutas variopintos

Herramientas, utensilios, procedimientos
Especialistas, técnicos calificados por la NASA
En construcción de porquérias

¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿adónde?
Palabritas constructoras
Palabritas centrifugas
Palabritas de puerco con chaleco

Yo prefiero el espiral que describe el guano en su caída

Ustedes no tienen idea lo que vale un puñado de mierda
Un puñado de mierda pura, claro
Ustedes no saben más que ensuciar la caca primigenia
Con los más rimbombantes artificios
¡Y dicen que es paupérrima y desabrida!

¡Prefieren la porquéria!

No tienen puta idea, llorones de la concha
Puercos de laboratorio de toga o levita…

Y ya es muy difícil hallar mierda pura
Es un tesoro esquivo
Cubierto por kilómetros de porquéria

Y cada vez hay menos poetas
Para taladrar la porquéria
Y cada vez hay más puercos
Para esparcirla por el mapamundi

Y cada vez que voy a misa, pillo al cura cagando
Corrección:
pillo al cura chillando

¡Mierda! ahora sí que estoy hecho mierda.

viernes, mayo 23, 2008

Encadenado a la vigilia

Las ninfas me han raptado de mi modorra
Me llaman fauno, y antes yo no las hubiera entendido
Me vendan los ojos y ríen mientras yo gozo de sus manos
Entonces llegan más seres, de todos colores y proporciones
El sexo ya no diferencia a nadie, somos una masa dionisiaca

Se inician las orgías efervescentes,
Desollamientos siguen a las violaciones
Y mutilaciones a los desollamientos
Los senos de la pitonisa son devorados por nueve carneros
El falo de un sátiro es cercenado por las ninfas juguetonas
Y entonces fue anunciado el primer sacrificio.

¡Que sea un fauno, que sea un fauno!
Gritan las voces esponjosas de vino
Y algunas miradas me espetan
Mientras Dionisio mismo dirige el rito

¡Que sea un fauno! Gritan vehementes
Y entre el clamor intenso, uno se abalanza sobre Dionisio
El cual lo baña de vino, con mirada y cuidado paternal

El centauro de ojos blancos, se acerca parsimonioso
Y mientras el fauno es degollado con júbilo,
El viril caballo lo bautiza con su semen.

Y yo que observaba mi primer sacrificio
Supe que no había ni primero ni último

¿Podría la temporalidad macular aquella epifanía de la eternidad?

No, ya no había más que pensar,
La sabiduría era ese exceso
Y la mente es sólo un límite más

Cuando el sacrificio los dejó satisfechos
Y las orgías se reanudaban al rededor
Me lancé frenético al regazo de Dionisio
El centauro de ojos blancos se volteó
Y mientras el exquisito vino del dios me repletaba
Sentí el semen del caballo mezclarse con la sangre de mi cuello.
Sentí una nube que llenaba todo el universo y amenazaba con desbordarlo
Sentí entre los fluidos, la gloria absoluta de disolverme en el infinito

Y no, no morí
Lamentablemente desperté en mi diaria pesadilla
Con un papel y un lápiz esperándome en el velador
Esperándome a que escribiera los sermones
Que daría al día siguiente en la misa del domingo

miércoles, mayo 21, 2008

Un poeta no se baña (mierda ergo sum)

No, no se baña.
Es el único que aprovecha la mierda en su piel

Y es que:
¡La humanidad ha sido muy huevona!
Se ha dedicado a desperdiciar
Montones de mierda en bruto.

Un poeta no se baña y es atorrante voluntario
Un poeta sabe de qué está hecho todo
Las maquinarias, las telenovelas,
Las cadenas de supermercados:
Todo de la misma caquilla

Un poeta es un milesio tardío
¡El arkhe de la naturaleza!
¡Eureka: la mierda!

Todo producto de la misma mierda
Mierda primigenia, omnipresente, incluso cósmica

¿El ser?... no, no es nada oculto ni misterioso, Mr. Martin
Es sólo otra elaborada palabra para hablar de la mierda

Todo es sinónimo de mierda
Aunque usted no lo crea.

Un poeta no se baña y en su no-bañarse ha aprendido
Que todo lo grandioso, lo patético y lo sobrio
Con lo que el hombre se cobija y retuerce
Es resultado
De una anónima manufacturación de la mierda

Sí, exactamente eso:
Un ano anónimo ha confeccionado,
Lo que mi abuela llamaba civilización

La mierda se amasa, se depura, se adorna, se centrifuga
Y luego ¡gualá!... ya lo dije:
Las maquinarias, las telenovelas, las cadenas de supermercados
¡Civilización, civilización! abuelita queridilla


----------------------------------------Todo


------------------------De la---------misma---------Caquilla

¿¡Y porqué entonces un poeta no se baña!?
Pues porque sabe que,
Desprenderse de las heces, es seguir manufacturando
Es decantar la mierda y aportar mierdaderivados

Un poeta no
Un poeta prefiere,
Devolver toda manufactura, a su estado originario

C-------------------A-------------------C--------------------A

Y ya desde ahí, se dedica a simplemente mierdear…

Sí, es cierto, todos mierdeamos;
Pero el único que lo asume
Y emprende la descomposición y desparramamiento
De la cafesosa materia prima
Adivinen quién es po…




------------------------------------------------------------------------*Una advertencia eso sí,
-----------------------------------------------------------------Si usted ve un cochino mierdoso
-------------------------------------------------------------------------Caminando por la calle,
---------------------------------------------------------No piense que necesariamente es poeta


-----------------------------------------Podría tratarse,
---------------------------------De una mierda poco elaborada
------------------------------------¡Quién sabe, quién sabe!

------------------------------------Las usinas de la mierda,
-----------------------------------Por más poetas que haya
-------------------------------Siempre se rodearán de misterio

--------------------------------(UUU! ¿Cómo te quedó el ojo?)

jueves, mayo 08, 2008

El risotólogo

--------------------------------------------------------------------"el humor es el arte
--------------------------------------------------------------------de explotar de la risa
--------------------------------------------------------------------en la plenitud de lo patético”

---------------------------------------------------------------------Blaise Cendrars-

Polilla,
Alas ergo colisión
Contra la lumbre artificial
Eterna tozudez, para con lo que brilla
Imán de colores, que repele a lo originario
(Aunque se viste de ello y ellas no lo notan)

Polillas, polillas astutas
Sapientes en vuelos metafísicos
Científicas de la colisión precisa
Expertas en tecnologías del choque
Que rondan el brillo y chocan con otras
Mientras la luz pudre, a todo lo que no toca
(Que es todo lo que simplemente era)

Mosca,
Ágil, dinámica, sagaz
Para esparcir la mierda
Revolverla, tragarla, batirla, adornarla
La mierda fresquita, actual, contundente
Recién salida de la imprenta
Recién del politic-ano

Humeando en las pantallas
Manando de las doctas bocas
Tipo verborrea, tipo tele-dura, tipo choclo-estético
Chorreando por todos lados
Maquillando a las vírgenes putas

Todo bien hechito, adornadito y olorosito
Las moscas saben de lo suyo
¡No me venga con ascos!

¡Ah, y las hormigas!
Construyendo, estructurando, recolectando
Trabajando, organizando ¡pro-gre-san-do!
Subiendo micros, bajando micros, manejando micros
Tecleando por aquí, tecleando por allá
¡Produciendo masas, carnes, teléfonos, gendarmes!
-¿aló, quién es?
-¡El progreso; no dejen de hincharme!


¡Y los gusanos, los infaltables gusanos!
De terno y corbata, e inmensas panzas
En el último piso de un rascacielos (o un subterráneo)
Fagocitando hormiguitas, mierdas y todo lo anterior
Blandiendo inversiones acertadas
Celulares interconectadísimos
Globos terráqueos de bolsillo

Administrando la mierda.com
Y comiéndosela a tarascones

¡Los palotes, cómo olvidar a los palotes!
Terrible e’ chorizos los palotes po’
Rapeando en la esquina con los cabros
Haciendo las monea’ pa’ la pasturri!
¡yaa, pasa los cobres hormiga culia!
Así de pulentos los palotes po’

(Y en todos latitudes hay palotes,
de Turquía a Gringolandia
De Eslovaquia a Afganistán)

Pero también están los chanchitos
Que ven las noticias de lunes a lunes
Y todos los días se vuelven bolitas
Se vuelven bolitas y quedan quietitos

Y mejor cierran las puertas ¡si está tan mala la cosa hoy!
Mejor no hablan con extraños, ¡ya no se puede confiar en nadie!
Mejor no salen a la calle ¡en todas partes cunde la delincuencia!
Mejor no hacen nada ¡hay que asegurarse de estar seguro!

¡Ah! (ovación) pero por sobre todo: las mantis
Elevadas a fuerzas de tarot, de horóscopos chinos,
De fango-terapias, magno-terapias, feco-terapias
En otro nivel pues,
Libradas de impurezas, codeándose con lo diáfano
Despojándose de lo material, manejando 4x4s
Despreciando el dinero, comprando terrenitos en el sur

Las mantis… ¡admiradlas y haced todo lo posible
Para respirar de su aire, para blanquearse con su cloro!

Por ahí están también las avispas
(Ellas todavía quieren cambiar el mundo)
Y andan enterrando la lanceta por ahí, por allá
Vuelan raudas por ahí, por allá, por acullá
Pero ni rasguñan la colmena
Son especie en extinción
Cazadas por los gusanos y las orugas

¡Y las señoras orugas!
¡Orugas altivas y regordetas!
Se mueven tan diligentes
Como su abrigo les permita
Guardianas recelosas
¡De lo que queda de moral pues mijito!

Orugas monjas, orugas de micro
Blandiendo vituperios y escrúpulos
Censurando al blasfemo
Acusando al osado

¡Azotando con moralasos!
¡Educando a latigazos!
Hasta que queden moralosos
Los indecentes y escandalosos

Estos son los insectos
Entre muchos otros

-------------------------------------------Soy el risotólogo
-----------------------------------------Entomólogo de oficio
------------------------------------------Escribano por azar

----------------------------------------Desparramo risotadas
----------------------------------------Sobre insectos varios
----------------------------------------Desparramo risotadas
-----------------------------------------Sin afán de insultar



-------------------------------------------------------------------------------¡Señor risotólogo!
-------------------------------------------------------------------¡El insectario debe completar!
----------------------------------------------------------------------¡Ni un insecto ha de faltar!
------------------------------------------------------------------¡En el magno y pulcro risotear!

------------------------------------------------Razón tienes
--------------------------------------------Muchacho de mierda



Hombre:
El insecto por antonomasia
O concatenación infinita de insectos

Amén.

domingo, abril 20, 2008

Absoluta diseminación de los perros en las calles (cantar de gesteogonía)

Y alguien creó primero al perro
Y los cadáveres eyectaron gritos de asombro (Oh!)
Y luego fue creada la calle y
Los cadáveres re-eyectaron más y más Oh!-es

Entonces el perro decidió habitar las calles:
Con pasos y orinas y pulgas y perrosidades varias
Perrosidades varias,
De entre las que una destacó por su orejigrandeza
Provocando serias risotadas entre sus perrosipares
Cumulando ella con metallanto, un cúmulo de risotadas páricas

Y entonces (¡nadie sabe cómo mierdra!)

La metallorante perrosidad, decidió animosiar los cadáveres
Mientras éstos no dejaban de gritar nacientes Oh!-es

Y luego de ser pateados en el culo cadavérico

Se diseminaron a sí-mismos por las pérricas callejas

A la perrosidad pateadora le llamaron ‘Dios’ y a sus pateadospares: ‘hombre’
Y en su turbulenta desparramación por las calles
Patearon en rememoración divina, a todos los perros callunos: ¡Ah desgracia!
¡Magna-inconsciente blasfe-meada!

Una vez culminada la sacrílega pateadura.
Se dedicaron a buscar a su diosístico pateador
Para pedirle pateas nuevas
Y en el intento perpetuoso, aprendieron a fabricar sus pateas propias
En laboratorios e industrias pateafísicas

Entonces al gran pateador, dejaron de buscar
Con científica no-buscosidad
Y con científica no-buscosidad también:
Fabricaron pateas y más pateas
Y compraron pateas y pateas más
¡Y la gente por las pateas enloqueció!

Hasta que llegó un día desocultado
En que los laboratorios pateafísicos, se patearon a sí-mismos
Y con conísitica embudosidad, calleron también los hombres
En la cataclísmica autopateadura.

Y fue entremedio del tracaleo, que una ‘e’ voló eyectada.

Un úbico ombligo de aquello se enteró
Y procuró recoger lo que había quedado
De los pateados laboratorios
Patafísicos ahora, parecían llamarse
Parecían haberse llamado siempre
Los laboratorios pateadísimos
Y un faustróllico ubónico, a investigarlos se dedicó.

Un día de esos, el faustróllico, a un tubo de ensayo; MIERDRA! Le gritó
Y de entre los tubos hermosos, un perro calluno se desocultó
El faustróllico MIERDRA! Volvió a gritar

Y en el perro:

Pasos y orinas y pulgas y perrosidades varias, observó
Las cuales sermoneaban a un orejigrande Dios:
“Ah Dios! Tú animosiaste y pateaste en el culo a los cadáveres, tú!
¡Por tu culpa fuimos por ellos pateados, por tu culpa, Ah Dios!”
-los escuchó decir-.

Y en un acto de la más científica motivación, a Dios con pinzas separó
Y lo midió con cuidado y exactitud.

Desde el día de aquel ingente descubrimiento
Las más ilustres autoridades homínidas
Han ordenado des-Diosear a todos los perros callunos
Y todos los Dioses des-perrados,
Han sido sometidos a la más exhaustiva medición.

¡Desde aquel día, todos los días se celebra la patadura de perros!

¡Salve Oh el faustrólico úbico!
¡ a los perros ahora patamos con consciencia
Y a los Dioses medimos sin temor a blasfe-mear!
¡Salve Oh el faustrólico úbico!


¡Salve Oh!

viernes, abril 11, 2008

Subversión de un ininiti-lado sin fémur

El rectángulo me invitó a tomar el té
Sus cabellos parecían recobrarme la renta
Su mirada se estrellaba con los puentes de avispas
Y los abedules eran cazados por las moscas alrededor

Eso fue ayer o nunca
Entonces un camello desparramaba risotadas
A causa de tu cirujano que se dispuso a llover

Y el rectángulo me lanzó una taza ¡una taza!
Yo por supuesto, corrí para darle un correcto entierro
Sin embargo no pude evitar que arribara. El infame triángulo
Se sentó a una derecha y murió al instante
Y yo que no era tan raro
Lo unté con paté y me lo comí.

La cita acabó cuando vino el libro

Me gritó seriamente una página llena de palabras:
“abyecto círculo ¿por qué te escapas?”
Y en audaces movimientos nos capturó a todos
Nos acarició un rato las mandíbulas y luego se cerró
Porque él estaba siendo atrapado, por la profesora de geometría.

viernes, marzo 14, 2008

La metafísica y yo, y la comida


En mi juventud rechazé la metafísica, de la misma forma que un lector-acerrimo-de-informaciones-nutricionales; rechaza una hamburguesa con tocino y doble porción de queso, a la vez que intuye muy lejanamente el sabor probablemente más delicioso del cosmos. hoy en día esa intuición a cambiado su lontananza por una proximidad que me tiene comiendo ochenta y dos COMA cinco hamburgesas al mes...

Razón uno: he descubierto que la hamburguesa metafísica con tocino y doble porción de queso, es el alimento por excelencia del hombre feliz.

Razón dos: ¿no creerá que en verdad me como esas hamburguesas? ¡es una taméfora estúpido!

Razón tres: lo que EN REALIDAD sucede, es que jamás he comido de esas hamburguesas; no obstante, me sustraigo con gran maestría a sentir su infinito sabor en mis agraciadas papilas gustativas.

Razón cuatro: la mezcla coherente de la razón uno, dos y tres

Razón cinco: la mezcla coherente de la "razón cuatro" con la "razón seis"

Razón seis: ¿puedo hablar de Dios? sí ¿puedo decir que soy Dios? sí ¿puedo decir que hay un universo en mi globo ocular? sí ¿puedo pararme en la escalera más lejana de todos los límites del cosmo? pues claro ¿puedo recoger una moneda en dos lugares al mismo tiempo y en dos tiempos en el mismo lugar? completamente plausible... ¡PUEDO DECIR (RECOGER, PARARME) (EN) ( ) TODO!

Razón siete: ¿puedo creer DE VERDAD en todo? no, para nada ¿puedo asombrarme de todos modos? sí ¿puedo el día de mañana cagarme en estas siete razones? ningún problema compadre ¿puedo el día de mañana cagarme en el universo? puedes incluso hacerlo en ESTE instante... ¡Ah! ya no lo hiciste.

Te quiero Borges, me cambiaste la vida.

viernes, febrero 22, 2008

El micro

Prisma indolente, reflejo atingente
Holograma de la metrópolis
Mezcolanza que reúne la diáspora
De los que también pueden ser libres

Pero en el micro no…
Encerrados en el movimiento
Siempre rodando, nunca estando
Repulsivamente atiborrados
Viajan sin ser viajeros.

La moral de los metros cuadrados
Recorre cada hierro y cada asiento
Las viejas de micro: guardianas recelosas
Se persignan con cada monolito
Se escandalizan con cada desertor
Que no comprenda lo enjaulado que está

Carteras, asientos, ceder
Ancianas, preñadas, cojos
Atmósfera de la insoslayable ley
Que espeta cada cuerpo y cerebro
¡Cuán calco de la polis organizada!
Por el poder, el sufrimiento, la debilidad

Y timoratos caen los pasajeros
En la microsociedad, el microestado, la micromoral

El micro

Bastión de temblor y disciplina
Que flaquea la voluntad del más brioso
Mezcolanza que reúne la diáspora
De los que también pueden ser libres

Pero en el micro sí…
Basta una mirada absorta
Por el ventanal vertiginoso
A un Santiago bullente
A un Santiago lloviendo
Mágico escenario para el ser

Que escapa del vehículo infernal
Y se proyecta en imágenes de invierno
Se traslada a pensamientos de viajero
Enajenándose del encierro moral
Y siendo un ser de lejanías

Pues todo hombre puede ser libre
Dentro de la más oscura cárcel

Y aún más libre
Que en el más extenso páramo
Si una dulce imagen levita sus cadenas.

martes, febrero 12, 2008

¡Ahí viene el padre Porfirio!

“¡Ahí viene el padre Porfirio! ¡Viene, viene…!” Luego de aquel estruendoso anuncio, el eufórico capitalino permaneció en silencio por unos segundos, para así poder concentrar toda su capacidad sensitiva en la vista; achicando los ojos, usando sus transpiradas manos como visera y tomando la expresión de felino agazapado en furtiva preparación para atrapar con la vista, lo que con la boca luego anunciaría: “¡Y viene cómo con cinco marraquetas!”

El padre Porfirio avanzaba parsimoniosamente desde la catedral, con la diligencia que inscribe la rutina en el caminar de una persona, dirigiéndose a la banquita de la plaza de armas que ya conocía de memoria su accionar. Ni una sola gota de sudor corría por su tez, y su sotana parecía recién confeccionada por los ángeles. Se sentó, y la gente ya advertida de su presencia, formó un círculo alrededor de él; pero no un círculo como el que cien años después formarían los tátara-nietos de aquellos hombres, alrededor de un humorista, un mago, o un peruano ofreciendo celulares; sino que uno el cual tenía como principal finalidad, ser imperceptible para el cura. Por lo que el radio de éste, superaba holgadamente los quince metros y la separación entre los puntos (o personas) que formaban el perímetro del círculo, era irregular y distanciada. Siendo así, esta formación geométrica de la naturaleza humana colectiva, perceptible sólo desde arriba… desde el cielo…

Y el padre Porfirio comenzó… arrancó un pedazo de pan y se lo lanzó a las palomas que se encontraban a su alrededor. En ese momento, la actividad de las personas del círculo menguó hasta reducirse a la inconsciente tarea de patear una piedra o rascarse la cabeza. Para entrar plenamente en el trance que el padre Porfirio les provocaba todos los días, a las siete de la tarde, en la plaza de armas santiaguina de 1896.

El pregonero que había tomado expresión de felino para anunciar la llegada del cura, tomó ahora la expresión insensible de las palomas recibiendo el pan. Renunciando a su conciencia y a la vitalidad fragorosa de vende-diarios; para recibir en su cráneo un pequeño momento de divinidad, un pequeño momento de eternidad (por paradójico que suene), un pequeño momento de…

-Mire pues comadre ¡si no le digo yo! Es tan rebueno el padre Porfirio –cuchicheaba una señora a su comadre- ¡como si no tuviera suficiente con todo el día estar adorando al santísimo y ofreciendo misa!.

-¡Chita qué es cierto comadre! Ta’ todo el día haciendo el bien ¡y pa’ ma’ remate es solidario con las pobres aves!… ¡ni que fuera franciscano!

Y así al igual que aquellas dos comadres, toda la atención de la concurrencia comenzó a girar en torno a ese dadivoso brazo, que lanzaba desinteresadamente el pan del señor, el pan de cristo. Y todos creyeron en un mismo instante, en la fracción de segundo por la cual voló en el aire la última miga; que recibirían el cielo y que no-sufrirían eternamente. Fue una epifanía tan conmovedora y deliciosa, que caló en lo más profundo de sus mentecillas. Y una vez más su cerebro se engañó con más y más neurotransmisores placenteros, con más cielos en la tierra y tierra cicatrizándoles la dolorosa gangrena de seres arrojados a la existencia y al látigo de la ortodoxia.

El padre Porfirio acabó su ponzoñosa tarea… -Sí, ponzoñosa; pues el placer por la promesa ultraterrena, es el veneno de la vida. Un veneno que se esconde en nuestra química cerebral, y que se activa con sotanas que lanzan pan y cortes de pelos inmutables que caminan flotando-… acabó su ponzoñosa tarea y regresó a la catedral en la misma actitud pulcra y vituperante en la que había llegado, abrió la puerta del monasterio en un impecable gesto; para lanzarse en el menor tiempo posible sobre una silla de la sacristía, donde comenzó a sudar todos los litros de transpiración que no había sudado frente a la gente, manchando su inmaculada sotana y despeinando su indeleble peinado…

¿Te preguntaras cómo cresta sé todas estas cosas? No es que me haya leído un libro de historia, o que las haya visto esto en un diario… lo que sucede es que humildemente… pues soy Dios… y lo que acabo de narrar sobre la plaza de armas, sucede por debajo o en mis ojos (si ha oído hablar acerca de las Señoritas Puy-puy, entonces en mis ojos). Y bueno… me gusta escribir (desde mi fabulosa vista panorámica) los cuadros de aquellos que toda su vida invocan mi nombre, de los que temen a castigos que nunca he dado y que nunca daré y de los que esperan que les lance pedazos de eternidad. De la misma forma en que todos los días, a las siete de la tarde, en la plaza de armas santiaguina de 1896; realiza eternamente el santísimamente contumaz: Padre Porfirio. Amén.

viernes, febrero 01, 2008

¿Divinas plumas? y/o ¿Absurdo divino?

“Las señoritas Puy-puy son los seres más extraños que se pueden encontrar en los universos… habitan al interior de nuestro globo ocular, y están hechos del agua y los nutrientes que hay en éste. Su tamaño es semejante al de una bacteria, sin embargo, su apariencia difiere muchísimo de una; se asemejan más bien a un ser humano con características anatómicas de anfibio y el perfil psicológico de la Lophophora Williamsí (¡madre mía!).

De su estructura y desarrollo social se sabe de buena fuente, acerca de las rutilantes ciudades y enclaves construidos con propósitos de eficiente producción industrial. No obstante, jamás han conocido y menos desarrollado un comercio o algo parecido. En sus industrias se fabrican una variedad ininfinita de objetos inimaginables; con las propiedades más absurdas y las utilidades más grotescas, que usted, sobre todo usted, se podría imaginar (repudiando).

La cosmogonía de estos seres es algo interesantísimo… nuestras pupilas son para las señoritas Puy-puy “el sol”, y el volumen total del globo ocular (que ellas desconocen con demasía) es lo que llaman humildemente: “universo”, el cual sigue siendo un gran misterio para estos magníficos seres. Aunque pesar de ignorar sobre su “universo”, han creado un minucioso calendario que distingue el día de la noche, basándose en la duración promedio en que los parpados permanecen abiertos y cerrados. ¡Ah y por cierto! Lo que para nosotros es congoja, rabia y llanto; para ellas son un fenómeno meteorológico llamado lluvia y mal tiempo… ¡Ah y el tiempo! Casi se me olvidaba…

El tiempo para estos seres corre de forma muy distinta a la forma que corre para el hombre: lo que un humano realiza en el tiempo de un día de sol a luna, ellos lo hacen en el tiempo de un ojo abierto a uno cerrado (No se ponga a llorar de júbilo Mr. Ford)

Esto y mucho más son las Señoritas Puy-puy… Aunque podrían ser otras cosas ¿por qué?...pues ya saben: soy un científico ilustrísima, honorabilísima y profundamente respetable; sin embargo, mi ciencia se llama patafísica , y la hago a partir de excepciones que jamás son pocas. Por esto, es que les quiero info….”

Josué dejó sorpresivamente de escribir las estupideces sobre señoritas y puy-puyes que salían de su plumas; pues claro, él mismo: un personaje fascinante, debía empezar a ser escrito por mí: su desconocido escritor… Pobre de Josué, siendo él un personaje deslumbrante, profundo, arrebatador; de esos prototipos que son llevados a la pantalla grande; se tuvo que ver apabullado por el infausto azar de ser escrito por un imperito don nadie como yo.

Después de largos espacios en blanco de meditación, he reflexionado que lo mejor es que Josué no sea escrito y se quede tal cual como lo que es ahora y de lo cual él no tiene idea. No se aflija gallinazo, no es nada importante; lo que pasa es que Josué es una Señorita Puy-puy residente en mi globo ocular, y en cuanto él termine de escribir lo que estaba escribiendo sobre las Señoritas Puy-puy, se levantará de su escritorio, caminará unos cuantos pasos, gritará: ¡Aaaah! Y se diluirá en la sustancia de agua y sales minerales en la que estaba inmerso y de la cual estaba hecho… ¿por qué este fatídico final? Pues porque yo lo decido, ¡yo!: su escritor y dueño de ¡mi! Ojo: su humilde universo.

“…¿en que había quedado? ¡Oh sí!: por esto, es que le quiero informar que yo e incluso tú podríamos ser una señorita Puy-puy”

-¡Aaaah!

“es el mejor final que he escrito en mi vida” me dije a mí mismo (el escritor de Josué) y luego de esa auto-alabanza, seguí escribiendo que iba que iba a seguir escribiendo; al mismo tiempo que me daba cuenta con perfecta aceptación, de que yo podría ser una Señorita Puy-puy al interior del ojo de un otrora llamado Dios, y ahora después de esta inapelable epifanía tan sólo llamado: imperfecto renacuajo; que observa (utilizando mi universo para aquello) las sales minerales de su imperfecto Dios y trasciende (al igual que yo y al igual que Josué) en la pluma.



martes, enero 29, 2008

A los vegetales de delantal blanco

El serojo de la puerta
¿Quién sabe rojo?
Gira con una llave de arena
Fue un cilantro el capaz de efectuar
Tan cientifífica tarea

ABRIMOS LA PUERTA
Y NOS ENCONTRAMOS CON UN CILANTRO
ABRIENDO UNA PUERTA

¿Quién sabe rojo?

El artista o el artero
No me hable de raperos
O menos de rimas celulíticas
Corren por el campo
Les corre la baba
Imagínese a esas rimas

Llevan la carne a cuestas
La sujetan con la nariz
¿Pero si la rima es una nariz?
Mucha razón señor aguafiestas

El serojo de la puerta
(¡Ve que sabía rojo!)
Nunca gira con arena
Pero de alguna forma giró
Y aquí estamos viendo cilantros
Y puertas abrirsesese

De alguna forma avesurda
Nos tropezamos con la seriedad
De los vegetales impávidos

Si pudiera ver desde arriba
Vería el infinito
De puertas y cilantros
Y llaves de arena

Nunca deje de ver desde arriba
Siempre hay aviones para eso
¿Y para qué quieres aviones?
Si puedes saltar con una avesurda

¡BRAVO!

Salud y seriedad ininfinita, para todos los gallotes
.

miércoles, enero 16, 2008

Inauguremos nuevamente
Los labios del fluir irracional
Inquiramos nuevamente en la bóveda
Del imán más potente
Abramos con vehemencia saturnina
Los portales de aquel universo
Que por los poros entra
Y por los labios sale

Esos labios yo quiero en mis bocas
Esos poros yo quiero en mis pieles
Mis fragmentos en manos del verso
Mis esquirlas en carne sin seso
Danzando en un portento viejo
Los pasos de un portento nuevo

Malditos, Ubúes, Condes, surreales
Todos los viejos en la verbena de Dionisio
¡Pero qué viejos!: el tiempo es una irrisión
En los labios suyos, en los labios míos
Y todos danzamos en un mismo delirio
Y todos nos embriagamos del mismo vino

Agitemos los labios del fluir irracional
En nuestras bocas expectantes
Al heurístico delirio
Que una vez más se viste de verso

martes, enero 08, 2008

Insomnio Shamánico

Que las camas, los catres, los lechos
Dejen de ser tan pequeños
Cada noche corroboro
Esta necesidad perentoria
En un desgarrador ojo abierto

Cada noche el vaivén
De mi insomne cuerpo
Me sugiere el abismo
Que cultiva mi cama

Cada noche en un borde
La gravedad me llama
A caer de mi lecho
Enredado entre sábanas

Pues la psicosis humedece
La oscuridad de mi cuarto
Y me empapo en ausencias
Me empapo en angustias, dolencias

Una mano bajo la almohada
La misma en mi cabeza, en mi pelo
Posiciones incómodas, comezones
La otra tantea el abismo, pionera audaz

Y los perros que ladran
En intemperies ignotas
¿A qué le ladran?
Yo también ladro
¿No me escucho acaso?

No me escucho y de nuevo en el borde
La gravedad es hermosa
Promete un abismo
Ausente de humedades

Abro los ojos y caigo, en efímera voluntad
El golpe, una risa, lucidez, silencio
Entre sábanas que ya habitan mis poros
Sobre suelo frío y contactos inocuos
Veo polvo, pelusas, juguetes de antaño

Y me incorporo con pachorra
Para iniciar un ritual sin dioses
Las sabanas me conducen absorto
A la ventana eyectada con goce

La luna me energiza los ojos
Hay calle, hay pies descalzos
Hay verbena portentosa
Hay un yo: sonámbulo voluntario

Guiado por un nuevo instinto
Impulsado por un pecho que refulge
Me transformo en cuadrúpedo
Y ladro en fragores nocturnos
Junto a los otros perros

Que nunca fueron perros
Sino que hombres como yo:
Empapados de carencias
Caídos entre sábanas y noche

Paracaídas y alambique
Que transforma las angustias
En portentos de trasnoche
Paradojas humanas
Paradojas noctámbulas

Ladrando con regocijo inmunizante
Aullando con misticismo shamánico
A las lunas rutilantes y sensuales
Nuestras húmedas tribulaciones

lunes, diciembre 31, 2007

Grandes (obesos) descubrimientos científicos

Por culpa de ese tarado perdí mi pega y me gané una sarnosa envidia. Entomólogo el nombre técnico, yo le digo lisa y llanamente bichólogo: Sombrero, pantalones cortos de safari, bototos, toda la pinta de explorador del discovery chanel y la arrogancia de aquel que encuentra respuestas refraneras a las preguntas de un filósofo de asado, en el análisis psicológico de las mantis religiosas. Un pavo real, arrendando un cuartucho de cuatro por cuatro a una prostituta con prótesis y mal depilada, ostentoso de sabiduría científica y trabajando como jardinero profesional y destacado en el jardín de la señora Ernestina. Ese era Carlitos Vitell antes de hacerse de fama y dinero (nunca tanto como para decir fortuna); y mira como le cambió la vida al muy desgraciado, después de sus “descubrimientos”: el cuartucho y todo esa porquería por un penhouse en pleno barrio alto; los bototos por botas y los pantalones cortos por pantalones largos. Lo único que no le cambió fue la arrogancia muy ensartada en la sonrisa de Hollywood años 50. Y todo por sus husmeos en el jardín de la señora, los cuales podría desmentir porque yo fui su jardinero y me conozco el jardín y la gran farsa. Pero quién le va a creer a un pobre diablo como yo licenciado en filosofía y jardinero mal pagado desde mi licenciatura.

Me echaron cuando el nieto de la señora mocoso gordinflón cabrón, me descubrió depositando un par de cebollas (o unas cinco) en el bolso (¿con qué me preparo empanadas?), y la muy ballena decidió despedirme aduciendo a que las tazas me las hace mal, las rosas me las poda mucho, las lechugas no tienen fertilizante, el otro día te vi entrando a la zona prohibida y ahora robándome la cosecha. Y bueno, es cierto que una vez entré a la zona prohibida, vieja de mierda lo que podría decir de esa zona y de seguro lo diré más adelante; pero en ese momento me puso en la calle sin pagarme lo que llevaba de mes y gritándome que esta vez voy a buscar un jardinero profesional, honesto y agradable. Ahí apareció este licenciado en entomología (carrera con la cual los filósofos compartimos el campo laboral) con sus cartones y sus mamotretos de “tesis sobre la crianza de abedactylus hipopólimus en los jardines sudamericanos” ¡Bravo! Por supuesto la señora Ernestina con su papada bonachona y sus ojos mojados de transpiración sebosa expelida de un cráneo repleto de la moral latina matriarcal, se creyó el pomposo cuento de que los abedactylus hipopólimus, eran el nombre científico de sus macilentas rosas y no como bien se sabe, el nombre cientificoide del caracol fangolero, plaga natural de las rositas.

El esperpento comenzó a trabajar con la eficiencia de un empleado de Ford, llevando datos útiles y regalos portentosos del jardín a la sebosa señora Ernestina, a cambió de limonadas hidratantes y postres caseros (que a mí nunca me dio). Fue un amorío de pecera que interrumpió la impecable eficiencia de Carlitos con las intachables historias de Efraín, mi correctísimo Efraín, mi guapísimo Efraín, mi valientísimo Efraín y todos los “ísimos” agregado a los adjetivos del prototipo comadrero marital de Doña Ernestina Mora viuda de Efraín González que en paz descanse amén; muerto seis meses atrás y como se puso de insoportable la vieja desde ese entonces. Carlitos mientras fingía escuchar las “conmovedoras” historias, -cosa no muy difícil teniendo en cuenta que los ojos de la señora estaban siempre tapados por una mezcla de cejas grasientas con sudor espeso- escribía en un cuadernillo sus datos y observaciones acerca de la despampanante fauna del jardín de la doña. Clasificaba mariposas, caracoles, hormigas, cigarras, nada fuera de lo normal.

Sabe que estos sillones camas nunca me han agradado mucho; voy a sentarme. Y hablando de sillones, hace un tiempo atrás esto de la verdad se me volvió muy complicado; más complicado incluso que como le quedó a Dilthey, el realismo volitivo, el constructivismo y todos los escépticos Light. ¿Se ha preguntado si el vecino ve el mismo verde que usted? Porque… la coincidencia perceptiva que encontramos en los relatos y los juicios acerca de un mismo objeto, quizás es coincidencia sólo a nivel de relato. Pensar en eso me vuelve loco, le explico: este sillón que usted en su telón perceptivo ve verde y yo veo amarillo le hemos puesto un nombre común: azul. Sí ok, los dos coincidimos a nivel lingüístico representativo que este sillón es azul y no hay problema con eso, creamos todas nuestras “azuledades” en armonía con el prójimo lingüístico, pero en el cinematógrafo interno, aquel color que todos llamamos azul, yo lo veo del color que para usted es el amarillo y usted lo ve del color que para mi es el verde, a pesar de que le hemos puesto el título común de azul. Claro, es una idea deschavetada pero no imposible; para comprobarla tendría que meterme en su cráneo y ver con sus ojos el mundo. No me mire con esa cara y déjese de anotar, le voy a dar un ejemplo. Imagínese un monstruo metafísico que poseyera la llave de la objetividad ontológica, pusiera un objeto al medio de una pieza (que tan sólo el podría conocer en su verdadero ser) y en la pieza hiciera un círculo de personas como usted o como yo alrededor del objeto y con los ojos vendados. Luego de esto, nos sacara a todos la venda al mismo tiempo y esperara el tiempo que es preciso para que realicemos el acto perceptivo que llamamos “ver” (ese objeto) y nada más, deteniendo el tiempo de nuestras mentes justo en el momento en que la imagen del objeto queda fijada en el telón perceptivo; al igual que si fuéramos cámaras fotográficas. Para así finalmente, abrir nuestra mentecilla, sacar las imágenes y ponerlas en una pared; dándose cuenta para su sorpresa; que todas son distintas, todas tienen distintos colores, distintas formas, distintas texturas, distintas consistencias y que ninguna coincide con el objeto como es en realidad, el cual tan sólo él conoce. Luego de esto, para corroborar su pasmo; devolviera las imágenes a nuestros cerebros, echara a andar el tiempo mental y nos preguntara a todos: ¿niños, de que color es ese objeto que está ahí al medio? Respondiendo nosotros a un unísono disonante para sus oídos cognoscentes: ¡azul tío monstruo! Respondiendo y respondiendo sus siguientes preguntas acerca de las características del objeto, en un mismo unísono azorante.

Ese tipo de ideas me angustian bastante seguido, y no quiero ni pensar que esa pesadilla que puede estar sucediendo a nivel perceptivo, suceda también a nivel conceptual, madre mía. Pero no me desconcentre más, déjeme seguirle contando sobre la señora Ernestina. Se preguntara ¿Qué tanto tiene que ver la señora Ernestina en lo que pasó con Carlitos Vitell? Se va a dar cuenta que mucho. En primer lugar, ella es la última matriarca de una dinastía ancestral que ha poblado esa casa desde tiempos coloniales; cosa extravagante de suceder en estos tiempos tan mezclados, Sin embargo es cierto; los manuscritos, fotos y ajuares que todas las tardes sacaba tediosamente para mostrarle a Vitell; eran reales. Tías, abuelas, tías-abuelas, abuelos-tíos, abuelos (porque antes también hubo patriarcas) que vivieron en esa hermosa casa, dotada de un jardín gigante en un terreno sin usurpar aún por los supermercados y multitiendas que colonizan Maipú. En segundo lugar, todo adefesio que aparecía en esas fotos, poseía dimensiones esféricas; sus antepasados, ella misma, su difunto esposo y su nieto que vive con ella: un estómago industrial y una talla monumental. En tercer lugar… no hay tercer lugar pero no importa, porque sabiendo eso y sabiendo lo que había en la zona prohibida, que hay que ser muy tarado para ser jardinero de aquella casa y nunca haberle echado una ojeadita a la zona prohibida; se tendría que haber dado cuenta ipso facto, de que sus grandes descubrimientos científicos, en verdad no eran tales.

El “gran descubrimiento” que hizo Carlitos, sucedió cuando en una de sus tantas clasificaciones de bichos, se encontró con los gusanos del jardín de la señora, los cuales a simple vista rebasaban con creces la dimensión normal de cualquier gusano de jardín. Fue entonces cuando el mequetrefe comenzó a traer una revista llamada Science y la leía entremedio de limonadas e historias de Efraín, echando por la borda su magnífica eficiencia... luego me enteré (ya que leí el artículo de la revista) del contenido de ésta, el cual versaba precisamente sobre los últimos esfuerzos de los científicos por encontrar un tipo de suelo apto para la crianza de gusanos de mayores dimensiones; ya que los gusanos comunes al desarrollar la obesidad (cuando son criados naturalmente en tierra y no alimentados artificialmente) producen una enzima que serviría para curar el SIDA; sonaba demasiado simple, pero era cierto, así nomás: simple y efectivo.

Por un mes completo trajo aparatos raros, se llevó muestras del suelo, se llevó gusanos y a pesar de que hizo todo un prolijo estudio; pude notar en su cara que había algo que no concordaba…había algo que faltaba: la causa científica de la obesidad de los gusanos… Y a pesar de la ausencia de aquel pilar fundamental; esbozó un inverosímil informe, en donde especificaba que el análisis del suelo arrojaba la existencia de un componente extraño e ignoto en su composición, y que a pesar de no saberse la causa exacta de la obesidad de los gusanos; debía comenzarse con la crianza de los gusanos en aquel jardín, antes de averiguar la composición química de este supuesto compuesto ignoto. Ya saben: ¡se había encontrado la cura! Y el SIDA es una enfermedad que no puede esperar ante estos enigmas científicos… Luego de enviar este embustero informe a las autoridades científicas locales (que lo conozco porque también lo leí, una vez que lo dejó tirado en el pasto) comenzó a visitar la casa un grupo de cinco autoridades, con delantal blanco lapiceras y todo; para el profundo desconcierto de la señora Ernestina, a la cual Carlitos persuadió argumentando que eran amigos de él, interesados en las rosas de su maravilloso jardín. “Negocios son negocios señora Ernestina, no debe dejarlos pasar”.

En una de las conversaciones del grupo de cientificoides con Vitell, uno de ellos le propuso a Carlitos que cuando hiciera público su informe, demostrara (porque habían palabras y embrollos de sobra para demostrar) que la obesidad de los gusanos era producida por las condiciones específicas, únicas e irrepetibles del microclima y el micro hábitat de aquel jardín; y no por la supuesta sustancia ignota que el grupo de cientificoides descubrió al instante que no era tal. Le dijo además que comunicara la existencia de nuevas investigaciones de grandes grupos de científicos, las cuales estuvieran trabajando para reproducir artificialmente el microclima y el micro-hábitat del lugar en un plazo no menor de diez años… En ese momento fue cuando entré en las vísperas de un estornudo inaguantable, con el cual luche para provocar el menor ruido posible; ocasionando a pesar de mi esfuerzo, un fragor del cual los científicos se percataron, descubriendo así mi escondite en la bodega. Luego de eso me echaron de la casa sin que la señora Ernestina se enterara y después de una semana; día martes que coincidió justo con la publicación del “descubrimiento científico del siglo” llegaron unos hombres a mi cuartucho, me sedaron y me trajeron a esta clínica psiquiátrica.

Aquella semana fue terrible… me sumí en una soledad indescriptible, en el convencimiento irreversible de que no podía desenmascarar a ese farsante, por más que supiera la verdad… ¿a quién le contaba? ¿Por dónde partía? ¿La prensa?... después de cinco días de indecisión, llamé a varios diarios y noticieros, les contaba lo que le he contado a usted y al principio de mi relato, me decían que la cura del SIDA era una noticia seria, que no daba pie a las controversias faranduleras de un don nadie como yo y que el próximo martes se publicaría el anunciado artículo… ¡un periodista llamándome farandulero! Luego llamé a revistas científicas y me decían que sólo recibían artículos, que si quería decir algo respecto al artículo sobre la cura del SIDA que se publicaría el próximo martes, escribiera un artículo y lo enviara a las autoridades científicas respectivas. Y eso hice; escribí un artículo donde doy a conocer paso a paso los pormenores de la gran farsa científica, el cual no alcancé a enviar ya que los de la clínica llegaron sorpresivamente a mi cuartucho…

aquel artículo lo tengo ahora en mi bolsillo; lo alcancé a guardar unos minutos antes de que me sedaran. Se lo entregaré a usted, confío en que confiará en mí y hará saber la verdad. Tome.

-OK muchas gracias; yo también tengo algo para usted -dijo el psiquiatra y al instante le entregó un parte médico- su diagnóstico es demencia irreversible y psicosis.

-¡pero cómo, si no me ha hecho ningún examen, y lo único que he hecho es contarle toda la verdad!

-Pobrecillo, no se acuerda de cuando se hizo los exámenes… ¡enfermero! - exclamó y al instante apareció un enfermero con contextura de rugbista por una puerta que más bien parecía un armario, propinándole un doloroso tackle al desconcertado ex-jardinero.

Acto seguido, se llevaron al turbado hombrecillo en una camilla en donde le fueron asestando un blanquísimo chaleco de fuerza, al mismo tiempo que una jeringa introducía en sus venas el tranquilizante que lo durmió durante dos días. El impávido doctorcillo esperó a que se calmara el ajetreo causado por la reclusión a “tratamiento indefinido” en la clínica de orates, del paciente que acababa de atender; para proceder a leer el artículo que éste le había entregado unos minutos atrás, el cual (como pudo darse cuenta) distaba años luz de poseer la rigurosidad de un artículo científico, coincidiendo más bien con un testimonio escrito a estilo similar, al testimonio que oralmente le había relatado en su consulta. La desilusión que le provocó al doctorcillo aquel papel que nada nuevo le decía, se vio interrumpida por el repentino recuerdo de que a pesar de la vehemencia refutadota y apodíctica de aquel hombre respecto a los descubrimientos de Carlos Vitell, en ningún momento de su relato oral esgrimió los argumentos de su refutación; sólo lo hizo de forma incompleta cuando habló de la dinastía gordinflona que pobló la casa de la señora Ernestina desde tiempos coloniales.

Algo faltaba en el relato de aquel jardinero para saber la verdadera causa de la obesidad de los gusanos. Al dar vuelta la tercera página del artículo que ojeaba desidiosamente, encontró lo que su cerebro andaba buscando: la zona prohibida. El contenido de esa maldita zona era lo que faltaba en el testimonio del hombre. Al darse cuenta de esto procedió a leer con mucha detención:

“¡La zona prohibida! ¡Grandes descubrimientos científicos! ¡Yo fui el gran descubridor y de aquí a diez años más o quién sabe por cuanto tiempo, se va mentir sobre la causa de la obesidad de los gusanos!... ¡En la zona prohibida hay un cementerio! En donde la truculenta señora Ernestina tiene enterrada a toda su ingente parentela, incluyendo a su elefantoide marido Efraín. La causa de la obesidad de los gusanos que ese imbécil de Vitell no ha podido descifrar, es que los malditos gusanos se han dado un festín orgánico con los restos de la familia ¡Tan simple como eso! Es cosa de escarbar en una zona del cementerio general en donde hayan enterrado varios obesos y encontrará curas y más curas contra el SIDA. Pero no, claro, como no se han enterado de aquello, tuvieron que inventar una explicación erudita, convincente y difícil de encapsular: el microclima el microhábitat ¡por favor! ¡El descubrimiento científico del siglo, es en verdad el embuste científico del siglo!”

En el escritorio del médico, se leía la siempre ampulosa placa que brillaba con el título de: Dr. Fernando Vitell, médico psiquiatra. El ahora sorprendido doctor, terminó de leer la impactante declaración de aquel hombre; para luego levantar su higiénico celular y marcar el número de su famoso hermano.

-¿Alo? Carlos, ya mandé al manicomio al mirón… y de pasada le saqué la verdad; la explicación que te hacía falta: en esa casa hay una zona aparte en donde existe un cementerio familiar… encuentra esa zona, escruta las tumbas y haz los estudios respectivos para demostrar la verdadera causa de la obesidad…

-Fernando ¿te escuchó alguien? –preguntó Carlos en tono paranoico.

-No

-Procura que nadie te escuche jamás ¿me escuchaste? ¡jamás!...las investigaciones ya están publicadas y nadie se puede enterar de la verdadera causa. La reputación y el dinero se irían a la mierda ¿comprendes?... además que… las verdades y la ética científica son algo tan conversable ¿no crees? Tú mismo… acabas de oficializar la locura de un hombre sano, y la verdad es que está loco; el parte médico está escrito por tu omnipotente pluma de psiquiatra y ningún enfermero te va a discutir su locura… de aquí a diez años más, cuando la comunidad científica nos empiece a rendir cuentas, algo demostraremos; las demostraciones son lo más elevado a lo que podemos llegar, pues la única verdad son esos gusanos que nos esperan a todos; demostraremos algo en forma magistral, y seguiremos pudriéndonos en dinero…

-Comprendo… que irónico ¿no crees? –Dijo Fernando mientras prendía un cigarrillo con parsimonía- Aquellos animalillos que devoran nuestra putrefacta existencia, son los que nos están haciendo pudrirnos en dinero. Aquellos animalillos que nos desintegran ineluctablemente, son los nuevos responsables de la extensión de la vida de cuántos maricones con SIDA.

-Fernando… nosotros los científicos no necesitamos pensar en eso. Para eso tenemos la ciencia ¡La bendita ciencia! que nos permite explicar de la forma más convincente y categórica, aquello que no tiene explicaciones… pero que importa que no haya explicaciones ¡si podemos demostrar lo contrario! En nuestro reducido pero prolífico terreno, podemos demostrarlo todo… lo único que no podemos demostrar, es que las demostraciones realmente demuestren algo. Y eso, es lo menos que necesitamos demostrar y sobre todo, lo menos que necesitan que les demostremos

-Tienes razón hermano. Después de todo, un científico puede ser un técnico del pensamiento o un filósofo con mucha fe; pero a nadie le interesa esa diferencia... a nadie le interesa el principio, sólo los resultados…Voy para allá. No hay nada más que conversar – dijo Fernando y cortó la llamada, mientras aspiraba absorto el humo de su cigarrillo.


5 años después, Carlos recibió el premio Nóbel; 7 años después, el jardinero se volvió loco; y 10 años después, la ciencia quedó agonizante en un accidente muy bien reportado por la prensa.