viernes, diciembre 04, 2009

El sufrimiento es la sangre de la lucidez

El sufrimiento es la sangre de la lucidez
Que hincha mis ojos
Que revienta mis venas
Para lavarme la vista,
Aunque la hemorragia me tire al suelo
Y conozca el sabor de la tierra.

Antes tomaba la leche
Del pecho del mundo,
Mas sus brazos me soltaron
Y lloré todo lo bebido

Ahora soy los pedazos
Que luchan por no esparcirse
En la corriente del continuo;
Afán odioso de mantener la vida,
Que resiste el caudal del río.

Antes era la jarra rota y mal pegada
Que somos de nacimiento, y hacía
Aquello de lo cual todos nos creemos capaces;
Yo, como tú y como él,
Vertía mi sangre en las fontanas del mundo
Y en jarras como tú y como ellos,
Creyendo encausar mis actos
Por la boca de mi voluntad.
También creía recibir tu sangre,
Nutricia como leche de madre

Pero cada acto humano es el temblor
De quince mil fragmentos
Que derraman nuestra vida por los intersticios.

Apostamos por nuestra unidad, por nuestra consistencia
Creemos en el trasvasije prolijo de nuestra vida al mundo, al otro
Pero no: cada inclinación de la jarra deja un charco de treinta mil gotas
Y la tierra oscura en donde somos, se erosiona
Y la delgada cerámica se corroe
Y nos quebramos
Y la hemorragia nos lava la vista
Y escribimos que,
El sufrimiento es la sangre de la lucidez