lunes, diciembre 08, 2008

El problema del sentido: latencia y presencia, razón suficiente y superación

El planteamiento de la pregunta por el sentido, no ha sido algo propiamente hecho a lo largo de la historia de la filosofía. Las preguntas filosóficas nacen a raíz de grandes problemas que la mente filosófica procura abordar a través de su planteamiento, pero estos problemas nacen a su vez debido a la experimentación de algo que necesita ser preguntado y en lo posible respondido. Todo lo que una época histórica no necesita preguntarse en forma sustancial (ya sea porque no le interese o porque las respuestas sean dadas en formas de mitos, ciencia, religión, etc.), suele pasar de lado a la filosofía; pues ésta se aventura y se ha aventurado siempre en los terrenos en donde falta algo que a la vez se muestra como faltante; aquello que se muestra (llamado de diversas formas a lo largo de la tradición filosófica: naturaleza, logos, ‘lo que es’: tò ón, etc.), necesita ser explicitado por el logos o el dia-logos que mana del filósofo. El hueco que queda cuando aquello que se muestra aún no es explicitado constituye el escenario en donde la tragedia del filosofar se desarrolla; son los terrenos yermos que dejó la despedida del mito y que el logos filosófico, como un Hércules que se enfrenta a una ingente tarea, ha procurado habitar de forma satisfactoria.

Aunque en la antigüedad no se haya planteado la pregunta por el sentido como tal, si se hizo la por el ser y todo lo que lo rodeara. Parménides, con su ser único, inmutable e indivisible; Sócrates con el elemento ético y humano en el centro, buscando dialécticamente las definiciones y los universales; Platón y su teoría de las Ideas, que pone como modelo absoluto para todo lo existente, una realidad Inteligible externa al mundo de los sentidos; Aristóteles, (desglosando toda la filosofía precedente) reconciliando al ser con la realidad sensible y a la vez cotejando con la sabiduría como la ciencia de las más altas causas y principios. El pensamiento antiguo aquí muy resumido, significó un florecimiento enorme en lo que hemos dicho de las preguntas filosóficas: preguntan lo que hace falta preguntar. Los griegos como padres de la filosofía, al ser los provocadores y espectadores de la caída del mito, se encontraron con mucho que se mostraba digno de explicitación a través de la pregunta, y de este modo realizaron un inmenso aporte a la filosofía; por lo cual siempre notamos que el pensamiento ulterior, hace referencia en alguna manera a la filosofía griega. Sin embargo, en esta época histórico-filosófica, no encontramos la pregunta por el sentido planteada como tal.

Con la caída del Imperio Romano de occidente, se inicia la Edad Media y ello trae consigo una serie de consecuencias para la filosofía. El cristianismo se sobrepone a las demás religiones oficiales y paganas para imponer su hegemonía y llevar la palabra de Dios por todo el mundo europeo (y luego al mundo entero). Constituyéndose de esta manera una época teocéntrica, la cual relega los conocimientos en la ortodoxia eclesiástica, incluyendo entre estos conocimientos a la filosofía. Filosofía acorralada al servicio de la religión, al trabajo hermenéutico sobre una verdad ya revelada, ya explicitada, pero un tanto oculta; o a la sistematización de un saber racional de inspiración y fuente griega, pero que necesariamente debe empalmar con la verdad revelada. Este último servicio que presta la actividad filosófica medieval revive la doctrina de Platón en el neoplatonismo, Plotino y San Agustín; y la de Aristóteles en la escolástica, siendo su principal representante Santo Tomás de Aquino. En todos estos intentos eclécticos que devuelven al hombre a un pensamiento no puramente racional, no hallamos por ninguna parte la pregunta por el sentido planteada con propiedad.

La época moderna comienza a despuntar en el Renacimiento, en donde el pensamiento se vuelve antropocéntrico con pensadores como Maquiavelo, y el tema político se aborda con una vitalidad que no habría sido posible en la edad media; sin embargo, no es hasta Descartes cuando se establecen los cimientos del pensamiento, el hombre y la actitud moderna. Con él, todo lo anterior es desechado y se comienza a pensar de nuevo; es aquí donde la autoafirmación del sujeto prepondera por encima de cualquier dogma, revelación u orden preestablecido. No obstante, en Descartes tampoco hallamos la pregunta por el sentido hecha como tal.

¿A que se debe esta ausencia de la pregunta por el sentido en la vasta historia del pensamiento filosófico desde la antigüedad hasta Descartes? ¿Es acaso una deliberada negligencia o más bien se debe a algo que está presente antes de todo filosofar? Habíamos dicho que la filosofía se pregunta por aquello que hace falta preguntar, pero que a la vez se muestra como faltante. En este breve recorrido por la historia de la filosofía, encontramos que cada uno de los terrenos abordados han sido terrenos que se han necesitado abordar, debido a la ausencia primigenia o a la caída de lo precedente.

La razón por la cual el sentido no ha sido problematizado, resulta ser precisamente la presencia inmanente de éste en todas las épocas dichas. Con la caída del mito, el sentido no comenzó a hacer falta; y lo que haya hecho falta de aquel, fue completado indirectamente a través de las otras problemáticas filosóficas más urgentes: en la fusij estuvo solapado el sentido, en la idea lo estuvo y en la ousia también lo estuvo. Con la caída del orden político dado por el imperio romano y el simultáneo auge del cristianismo, quedó mucho terreno vacío, y la religión justificada por un pensamiento filosófico-teológico, se encargó de llenarlos; no obstante, el sentido en este tránsito no figuró como algo perdido y si algo se perdió, estuvo también solapadamente recuperado a través de la religión. Incluso en la época arcaica podemos notar –desde los plateamientos de Mircea Eliade- que el sentido se hacía presente en arquetipos que poseían el sentido; y en la repetición de los rituales y costumbres dados por estos arquetipos, el hombre arcaico se hallaba imbuido en el sentido. Por lo tanto, si la pregunta por el sentido no fue algo propiamente abordado, se debe a que éste se ha hallado presente y sin dificultades en todo el pensamiento antiguo, y no sólo en el pensamiento, sino que a atravesado existencialmente todos los aspectos en donde hallamos esfuerzos humanos. Si analizamos más detenidamente este hecho, notamos que el sentido fue algo tan incuestionadamente presente, que incluso la filosofía misma se constituyó como una fuente de sentido, como un eros que pretende alcanzar lo más preciado para el hombre. Un claro ejemplo de esto es Sócrates, el cual encontró una fuente de sentido tan relevante en el vivir filosóficamente; que fue capaz de morir debido a la intransigencia de sus principios. Sin embargo, esta tan incuestionada presencia del sentido, provocó que el filosofar mismo no se dedicara a su problematización.

A pesar de que el sentido se ha dado de esta forma y ha sido algo inmanente al hombre y a su historia, en independencia de la filosofía e incluso del pensamiento en general, el planteamiento del problema del sentido deja de ser algo pospuesto como tal a partir de Leibniz con su “principio de razón suficiente”. El cuál dice: Nihil est sine ratione. “Nada es sin fundamento” ¿pero en que se diferencia este principio, de las formas indirectas de abordar el sentido en la época arcaica, antigua y medieval? Pues precisamente en que el principio de razón suficiente como proposición del fundamento, versa directamente sobre el fundamento de los entes. Nada es sin fundamento, todo lo que “es” posee fundamento. En esta forma de proponer, el sentido ya no va solapado en arquetipos ni dioses ni metafísica clásica, sino que viene dicho como fundamento. Pero para entender la relación que tiene “el fundamento” con el problema del sentido, hay que tener en cuenta que la época moderna, se perfila desde Descartes como una nueva actitud humana, en donde el emplazamiento de los objetos frente al sujeto -en tanto objetos emplazables y sujetos capaces de emplazar efectiva y suficientemente a los objetos- es el pilar de aquella nueva forma de ver el mundo. Es por esto que no resulta difícil comprender como la noción general y extensa de sentido pudo reducirse al fundamento de los entes y a los entes como objetos. Pero ahora, fuera del intento de comprensión histórica de esta reducción, nace una pregunta crítica ¿debe el problema del sentido reducirse a esta proposición? Antes de abordar esta pregunta como tal, hay que profundizar un poco más en el principio de Leibniz.

El principio de razón suficiente se constituye en un primer estadio como principio ontológico, el cual rige la realidad misma de los objetos en independencia del sujeto. “Lo que allá afuera es, posee en todos los casos una razón de ser: nada es sin fundamento”. Sin embargo, esta razón de ser queda delimitada en sus características. Es ante todo una “razón suficiente”, es decir, algo que fundamenta suficientemente las cosas que son, y esta “suficiencia”, para la mentalidad moderna ronda en torno a lo razonable, a aquello que satisfactoriamente (ya sea lógica y/o empíricamente) da cuenta de los entes. No obstante, este “dar cuenta” no lo realiza la realidad misma; es el sujeto el que tiene que efectuar la operación racional de dar cuenta del fundamento de los objetos. Por esto es que el principio de razón suficiente también tiene un estadio epistemológico. Es principium redenddae rationis. Rationem reddere significa: volver a dar el fundamento. Es así que el sujeto vuelve a dar cuenta verdaderamente de aquello que ya de por sí, fundamenta a los entes.

Este estadio epistemológico pareciera darse secundariamente y sin intervenir en el ontológico, pero la modernidad cartesiana lleva la auto-afirmación del sujeto hasta el punto de transgredir el primer estadio. De esto resulta que aquello de lo cual un sujeto de pensar riguroso no puede dar cuenta racionalmente, queda desmerecido de status ontológico y se llega a desconocer su objetividad. El principio de razón suficiente es principium reddendae rationis, no como accesorio secundario del nihil est sine ratione, sino como el criterio mismo para que el fundamento que se vuelve a dar sea fundamento de una realidad efectiva.

Hasta estos dos estadios llega el principio de razón suficiente en la modernidad, y hasta estos dos estadios llega su “homologación” con el problema del sentido. Pero este principio en modo alguno, llega hasta el sólo planteamiento filosófico. La decantación imperceptible de este principio, va a ser parte esencial de la actitud del hombre moderno. Un hombre calculador que busca abarcar progresivamente cada uno de los entes. Esta ambición se va a ver cumplida en el desarrollo de la ciencia moderna, la cual a través del preguntar los “porqués” los “cómo” y los “cuándo” de los entes particulares, de los objetos científicos, va a cumplir con el deseo de abarcarlos suficientemente. Y será la técnica la que se encargará de llevar los alcances de la ciencia, a la humanidad tecnocrática; que a través de la tecnología dará forma y estabilidad al dominio que pretende ejercer sobre los entes; puesto que la ciencia entendida desde los efectos que desencadenó la aplicación en todo ámbito del principio de razón suficiente, es antes que un saber, un dominio.

¿Pero hasta que punto este despliegue llega a constituirse como sentido?

En un cuento de Kafka llamado “la obra”, un topo narra en primera persona el desarrollo de una magnífica y perfecta fortaleza subterránea construida por él mismo. Su accionar técnico y prolijo lo ha llevado –gracias a la constante calculación de las funcionalidades, conexiones y peligros de los túneles que va a construir- a la realización satisfactoria de la obra. El cuento hasta este punto parece una alegoría del principio de razón suficiente. Nada de lo que el topo construye carece de fundamento racional: Nihil est sine ratione. Sin embargo, el desarrollo del cuento nos empieza a mostrar que el topo se halla en una situación de constante angustia a causa de los cuestionamientos suficientes que la obra en su esplendor máximo, le va exigiendo cuestionar: “¿qué pasa si entra un invasor? ¿Debo poner un guardia? ¿Debo cerrar algunas salidas?”. El topo, a pesar de haber llevado al esplendor su obra, se encuentra en plena realización, en plena marcha, construyendo una obra con la que no ha hallado verdadero sentido; si en algún momento el topo halló sentido en la construcción de la obra, ese sentido se transforma en la angustia y el agobio que ocasiona convertirse en un esclavo del principio de razón suficiente. “la relación entre el ingente trabajo y la seguridad real, al menos hasta donde soy capaz de percibirla y de beneficiarme de ella, no sería favorable para mí” ¿por qué no es favorable para él? Pues porque esta ingente labor ha perdido el sentido, quedando tan sólo razones suficientes para decidir entre construir un túnel más o no, entre poner un guardia o no, entre hacer una cosa u otra, pero careciendo del sentido que tendría que tener hacer la obra.

Ahora ya cabe hacerse la pregunta ¿debe el problema del sentido ser reducido al principio de razón suficiente? El ejemplo del topo –el cual es una alegoría del hombre contemporáneo abrumado en la cúspide de los triunfos de la modernidad- demuestra que el sentido no puede ser reducido a este principio: pues justo donde acaba el estadio ontológico-epistemológico del principium rationis sufficientis, se halla la carencia de un tercer estadio. El estadio existencial. El principio de razón suficiente en su incesante obsesión de dominar los entes particulares, mediante una razón que sea capz de responder los “porqués” los “cómo” y los “cuándo” de aquellos entes, deja de lado este tercer estadio en el cual la existencia misma (con toda la actividad, el hacer y el decidir que implica existir) es justificada más allá de una fundamentación de los entes, en donde el sentido mismo nos atraviesa y nos nutre más de los límites racionales del principium. Es por todo esto que el sentido no halla hogar en un principo como el principio de razón suficiente. La historia nos permite afierma que las consecuencias humanas del máximo despliegue del principio, se han constituido como las principales fuentes de sin-sentido: las guerras mundiales, los daños de la ciencia y la técnica; túneles que se van desplomando a medida que la obra se agiganta ¿cómo se supera el principio, ahora que nos damos cuenta que su ramificación voraz acaba por despojar de sentido a aquello en lo que se instala?

Filosóficamente, el principium rationis sufficientis ha sido superado. Según Jaspers, es con Nietzsche que se impone la auto-producción del hombre como instancia para hacerse cargo del sentido, dejando éste de ser algo dado ontológicamente y racionalmente limitado. Es con Kierkegaard que no se busca definir al hombre por género y diferencia específica, haciéndose más bien hincapié en el hombre de “carne y hueso”, que existe, sufre, se angustia, está destinado a morir y debe vivir con el peso de todo aquello. Y es con Heidegger y Jasper que todo esto es reunido, situando al hombre en la existencia que debe proyectar su propio verdadero sentido, a la vez que se hace cargo y asume todas las condiciones existenciales que lo limitan. Esta superación, desecha en un principio la idea estática del sentido que lo concibe como algo universalmente dado, y la reemplaza por la proposición dinámica del sentido como algo que el “hombre existente” debe buscar y hallar por sí mismo

Pero a diferencia del principio de razón suficiente, la superación filosófica de éste, no ha decantado en la actitud de una nueva humanidad. Hoy en día vemos a los mismos hombres abrumados en la vorágine de la técnica, en la permanente interpelación-exigencia que el viejo principio de razón suficiente sigue provocando en la humanidad; vemos a topos que en la cúspide de la gran obra, hallan el sin-sentido morboso del inmenso absurdo que los rodea ¿será que la razón suficiente llegó para instalarse hasta que el inmenso cáncer tecnocrático, termine por destruir por completo el sentido y la espiritualidad?

Las propuestas están hechas. Diversas teorías del sentido se perfilan indicando los rumbos que pueden superar el dominio del principium rationis sufficientis. Con Heidegger se apunta al Ser, de manera que el sentido es experimentado en un saber de éste, que permite al hombre sostenerse en la existencia y en la manifestación de los entes. Con Deleuze el acontecimiento es visto como una instancia que quiebra el buen sentido, mediante la aparición de un objeto paradójico en el entrecruzamiento de cadenas causales, el cual en su sin-sentido se ofrece como peculiar fuente de sentido. Con Weischedel se apunta a un “cómo-sí” Dios existeria, el cual desde su posición originaria y última, fundamenta a todo lo que en la cadena de sentido le sigue. Sin embargo, las teorías son sólo indicaciones y las indicaciones sólo indican a aquello por lo cual se esmeran en indicar. Es labor del hombre y sólo del hombre, el juzgar si el sentido está siendo indicado por alguna de sus teorizaciones y hacerse cargo de una vez por todas del problema del sentido.

sábado, octubre 04, 2008

Fantasías animadas de ayer y hoy

¿Qué sucede si somos espejos,
Mirándonos al espejo?
La locura multiplicada al infinito,
Se transforma en la normalidad de la repetición

La cultura es la aguja ensangrentada
Que fue aplastada y esparcida.
Es el espejo que se miró al espejo
Y creyó en cada uno de sus reflejos

El viejo y corrosivo dilema
Será siempre la última novedad.

El primer paso que dio el hombre
Será igual al último.

Y mientras tanto
En la ilusoria hilacha del tiempo
En el despliegue infinito de la historia
Somos la misma aguja que se hiere.

Hasta ahora, el mono no ha hecho sino una cosa:

Esparcir la punzante simplicidad
De la Única intriga
Fragmentándose en ser humano.

domingo, agosto 31, 2008

Misterio risotológico

La risotología es una ciencia antigua

Que se instauró como tal en el primer congreso de risotología

En el año ocho antes de yogurt

-

Todos los risotólogos se reunieron en un salón con sillas

Y no emitieron ningún ruido.

Inmediatamente

Convinieron en que jamás se debía hacer un congreso de risotología

Ni siquiera ese que estaban haciendo.

-

POR LO TANTO

-

Salieron corriendo con frenesí y brazos al aire

Y sus cabezas chocaron unas con otras

Y murieron al instante,

Y se evaporaron a la velocidad de la luz

Y se hicieron mierda

Y el salón con sillas se redujo a una bola de medio centímetro cúbico

Y aconteció el big-bang

Y –al parecer- este universo.

-

Y aquí estoy yo hablando de esto

Y no sé de donde chucha salí.

sábado, agosto 09, 2008

Una vieja melodía de Charlie Parker.

Una vieja melodía de Charlie Parker. Sí. A una vieja melodía de Parker sonó esa tapita de bebida cuando cayó en la desolada calzada de la Avenida Capitolio. La habrá dejado caer un descuidado transeúnte; o tal vez quién sabe, el mismo Dios (cualquier Dios que se le ocurra) la puso ahí cuando nadie miraba. Introdujo la tapita ex nihilo, con Charlie Parker y todo. Dicen que el destino no existe, que son inventos de los estoicos y que lo que rige los sucesos del cosmos es el puro azar. Sí, sí, de acuerdo, pero la diferencia entre el destino y el azar es el puro nombre. Que haya un código preinscrito por ahí, donde se indiquen todos los sucesos del universo, también es parte del azar. Si el desorden y la aleatoriedad se expanden hasta el infinito, se convierten en el más irreprochable orden y determinismo. Con lo que me gustaba a mí Charlie Parker… Lo único que está claro, es que el destino-azar se materializó en la tapita-Parker, como la absurda causa que era necesaria para que yo cruzara la calzada y me atropellara el camión, y ese niño viera mi materia gris desparramada por el pavimento, y el mismo niño decidiera treinta años después apretar el botón rojo, que soltaría la bomba, en respuesta a la cual los otros niños soltarían sus bombas, quedando de todo eso no más que cucarachas sobre la faz del globucho.

viernes, julio 04, 2008

La risotología

Ahí donde termina la repulsión
Comienza la risotología
Ahí donde lo insoportable lo sostiene todo
La risotología se asoma
Ahí donde la mierda se solidifica
La risotada apela a un logos

Y ya no queda más que desparramar risotadas
En la plenitud de la mierda
Desparramar risotadas seriamente
Lo único serio al fin y al cabo
Tan serio, que se risotea a sí mismo

El perro desparrama mordiscos sobre todo
El perro es parte de todo
El perro se mordisquea a sí mismo
El perro caga mierda
El perro es una mierda
El perro es parte de la mierda

(Ayer pisé mierda, o lo que es exactamente lo mismo: fui pisado por mierda)

El risotólogo es ese perro
Perro que muerde, no ladra
Perro que ladra, anda puro hueveando
Perro que mordisquea, se alimenta

Güatita llena, corazón contento

Los que andan con la güatita vacía
Y escriben panfletos con ladridos vanguardistas
No se han dado cuenta,
Que el cosmos está hecho de mierda
Y que sólo la risotología
Ha sabido hacerla comestible.

sábado, junio 28, 2008

Descubrimiento risotológico I

El risotólogo ha descubierto
Que la más seria de las seriedades

------------------------------------ES PARA RISOTEAR DE LA CAGADA

Desde los marxianos que sufren y luchan seriamente
Hasta los big-banes, que (¡en serio huevón!) originaron el universo.

El risotólogo es el burgués por excelencia
Pues come burguesas con Ketchup
Es el marxiano por excelencia
Pues come guaguas con Ketchup

Se ha dicho que sufre del intestino espirálico
Y es cierto, sí, (las risotadas, comprenderán)

En todo caso, es muy serio en lo que hace:
Estudiar con minuciosidad, todo aquello que en potencia o en acto
En pichanga o pachanga, en salero o bisagra,
En sífilis o giliglimitis, en risotología o no risotología,
Es fuente de risotadas estruendosas.

Es tan serio en lo que hace, que se estudia a sí mismo
Mediante espirálicos estudios (que se risotean de la cagada).

No, no estudia la risa: (idea volátil)
Estudia el fenómeno de la risotada que se desparrama sobre todo
Estudia el sobre todo en que se desparrama el fenómeno de la risotada
Estudia la risotada que se desparrama sobre el fenómeno del sobre todo
Estudia el desparrama que el fenómeno se sobre todo sobre la risotada (¡Ay!)

El risotólogo sabe de lo que habla:
Mierda ergo sum, sum ergo risotada
Mierda ergo risotada.

Es el que ha descubierto,
Que no hay nada para cagarse de la risa
Sino que hay todo para risotear de la cagada

jueves, junio 05, 2008

La Porquéria

-------------------------------------------------------------«¿Cómo?, ¿cuándo? y adónde?
--------------------------------------------------------------- ¡Siguen callados los dioses!
-------------------------------------------------------------------Tú atente al porque
-----------------------------------------------------------------y no preguntes: ¿por qué

---------------------------------------------------------------------------Goethe-


Se ha descubierto que la RAE, incurre en faltas de ortografía
Porquería -según ella- se escribe con tilde en la ‘i’
Cuando siempre se ha debido escribir así:

Porquéria

“¿Por qué se ha debido escribir así, buen señor?”
Bueno… justo ahí está el problema
Puerco asqueroso
Que revuelves la mierda con tus ‘¿por qué?s’
Y conviertes al mapamundi en una porquéria

¡A la mierda dejémosla tranquilita!
Que por más que le busquemos razones varias
Y la revolvamos con ‘¿por qué?s varios
No hallaremos en ella más que a ella

A mi me basta con ella, misterio sabroso

Todo el resto es porquéria
Que se sobreañade y se deriva de una mierda ultrajada
Por los báculos de la seriedad
Por las líneas del progreso
Por los triángulos de la religión
Por los puntos de la ciencia
Por las recetas de cocina
Por los libros sagrados
Por hermeneutas variopintos

Herramientas, utensilios, procedimientos
Especialistas, técnicos calificados por la NASA
En construcción de porquérias

¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿adónde?
Palabritas constructoras
Palabritas centrifugas
Palabritas de puerco con chaleco

Yo prefiero el espiral que describe el guano en su caída

Ustedes no tienen idea lo que vale un puñado de mierda
Un puñado de mierda pura, claro
Ustedes no saben más que ensuciar la caca primigenia
Con los más rimbombantes artificios
¡Y dicen que es paupérrima y desabrida!

¡Prefieren la porquéria!

No tienen puta idea, llorones de la concha
Puercos de laboratorio de toga o levita…

Y ya es muy difícil hallar mierda pura
Es un tesoro esquivo
Cubierto por kilómetros de porquéria

Y cada vez hay menos poetas
Para taladrar la porquéria
Y cada vez hay más puercos
Para esparcirla por el mapamundi

Y cada vez que voy a misa, pillo al cura cagando
Corrección:
pillo al cura chillando

¡Mierda! ahora sí que estoy hecho mierda.

viernes, mayo 23, 2008

Encadenado a la vigilia

Las ninfas me han raptado de mi modorra
Me llaman fauno, y antes yo no las hubiera entendido
Me vendan los ojos y ríen mientras yo gozo de sus manos
Entonces llegan más seres, de todos colores y proporciones
El sexo ya no diferencia a nadie, somos una masa dionisiaca

Se inician las orgías efervescentes,
Desollamientos siguen a las violaciones
Y mutilaciones a los desollamientos
Los senos de la pitonisa son devorados por nueve carneros
El falo de un sátiro es cercenado por las ninfas juguetonas
Y entonces fue anunciado el primer sacrificio.

¡Que sea un fauno, que sea un fauno!
Gritan las voces esponjosas de vino
Y algunas miradas me espetan
Mientras Dionisio mismo dirige el rito

¡Que sea un fauno! Gritan vehementes
Y entre el clamor intenso, uno se abalanza sobre Dionisio
El cual lo baña de vino, con mirada y cuidado paternal

El centauro de ojos blancos, se acerca parsimonioso
Y mientras el fauno es degollado con júbilo,
El viril caballo lo bautiza con su semen.

Y yo que observaba mi primer sacrificio
Supe que no había ni primero ni último

¿Podría la temporalidad macular aquella epifanía de la eternidad?

No, ya no había más que pensar,
La sabiduría era ese exceso
Y la mente es sólo un límite más

Cuando el sacrificio los dejó satisfechos
Y las orgías se reanudaban al rededor
Me lancé frenético al regazo de Dionisio
El centauro de ojos blancos se volteó
Y mientras el exquisito vino del dios me repletaba
Sentí el semen del caballo mezclarse con la sangre de mi cuello.
Sentí una nube que llenaba todo el universo y amenazaba con desbordarlo
Sentí entre los fluidos, la gloria absoluta de disolverme en el infinito

Y no, no morí
Lamentablemente desperté en mi diaria pesadilla
Con un papel y un lápiz esperándome en el velador
Esperándome a que escribiera los sermones
Que daría al día siguiente en la misa del domingo

miércoles, mayo 21, 2008

Un poeta no se baña (mierda ergo sum)

No, no se baña.
Es el único que aprovecha la mierda en su piel

Y es que:
¡La humanidad ha sido muy huevona!
Se ha dedicado a desperdiciar
Montones de mierda en bruto.

Un poeta no se baña y es atorrante voluntario
Un poeta sabe de qué está hecho todo
Las maquinarias, las telenovelas,
Las cadenas de supermercados:
Todo de la misma caquilla

Un poeta es un milesio tardío
¡El arkhe de la naturaleza!
¡Eureka: la mierda!

Todo producto de la misma mierda
Mierda primigenia, omnipresente, incluso cósmica

¿El ser?... no, no es nada oculto ni misterioso, Mr. Martin
Es sólo otra elaborada palabra para hablar de la mierda

Todo es sinónimo de mierda
Aunque usted no lo crea.

Un poeta no se baña y en su no-bañarse ha aprendido
Que todo lo grandioso, lo patético y lo sobrio
Con lo que el hombre se cobija y retuerce
Es resultado
De una anónima manufacturación de la mierda

Sí, exactamente eso:
Un ano anónimo ha confeccionado,
Lo que mi abuela llamaba civilización

La mierda se amasa, se depura, se adorna, se centrifuga
Y luego ¡gualá!... ya lo dije:
Las maquinarias, las telenovelas, las cadenas de supermercados
¡Civilización, civilización! abuelita queridilla


----------------------------------------Todo


------------------------De la---------misma---------Caquilla

¿¡Y porqué entonces un poeta no se baña!?
Pues porque sabe que,
Desprenderse de las heces, es seguir manufacturando
Es decantar la mierda y aportar mierdaderivados

Un poeta no
Un poeta prefiere,
Devolver toda manufactura, a su estado originario

C-------------------A-------------------C--------------------A

Y ya desde ahí, se dedica a simplemente mierdear…

Sí, es cierto, todos mierdeamos;
Pero el único que lo asume
Y emprende la descomposición y desparramamiento
De la cafesosa materia prima
Adivinen quién es po…




------------------------------------------------------------------------*Una advertencia eso sí,
-----------------------------------------------------------------Si usted ve un cochino mierdoso
-------------------------------------------------------------------------Caminando por la calle,
---------------------------------------------------------No piense que necesariamente es poeta


-----------------------------------------Podría tratarse,
---------------------------------De una mierda poco elaborada
------------------------------------¡Quién sabe, quién sabe!

------------------------------------Las usinas de la mierda,
-----------------------------------Por más poetas que haya
-------------------------------Siempre se rodearán de misterio

--------------------------------(UUU! ¿Cómo te quedó el ojo?)

jueves, mayo 08, 2008

El risotólogo

--------------------------------------------------------------------"el humor es el arte
--------------------------------------------------------------------de explotar de la risa
--------------------------------------------------------------------en la plenitud de lo patético”

---------------------------------------------------------------------Blaise Cendrars-

Polilla,
Alas ergo colisión
Contra la lumbre artificial
Eterna tozudez, para con lo que brilla
Imán de colores, que repele a lo originario
(Aunque se viste de ello y ellas no lo notan)

Polillas, polillas astutas
Sapientes en vuelos metafísicos
Científicas de la colisión precisa
Expertas en tecnologías del choque
Que rondan el brillo y chocan con otras
Mientras la luz pudre, a todo lo que no toca
(Que es todo lo que simplemente era)

Mosca,
Ágil, dinámica, sagaz
Para esparcir la mierda
Revolverla, tragarla, batirla, adornarla
La mierda fresquita, actual, contundente
Recién salida de la imprenta
Recién del politic-ano

Humeando en las pantallas
Manando de las doctas bocas
Tipo verborrea, tipo tele-dura, tipo choclo-estético
Chorreando por todos lados
Maquillando a las vírgenes putas

Todo bien hechito, adornadito y olorosito
Las moscas saben de lo suyo
¡No me venga con ascos!

¡Ah, y las hormigas!
Construyendo, estructurando, recolectando
Trabajando, organizando ¡pro-gre-san-do!
Subiendo micros, bajando micros, manejando micros
Tecleando por aquí, tecleando por allá
¡Produciendo masas, carnes, teléfonos, gendarmes!
-¿aló, quién es?
-¡El progreso; no dejen de hincharme!


¡Y los gusanos, los infaltables gusanos!
De terno y corbata, e inmensas panzas
En el último piso de un rascacielos (o un subterráneo)
Fagocitando hormiguitas, mierdas y todo lo anterior
Blandiendo inversiones acertadas
Celulares interconectadísimos
Globos terráqueos de bolsillo

Administrando la mierda.com
Y comiéndosela a tarascones

¡Los palotes, cómo olvidar a los palotes!
Terrible e’ chorizos los palotes po’
Rapeando en la esquina con los cabros
Haciendo las monea’ pa’ la pasturri!
¡yaa, pasa los cobres hormiga culia!
Así de pulentos los palotes po’

(Y en todos latitudes hay palotes,
de Turquía a Gringolandia
De Eslovaquia a Afganistán)

Pero también están los chanchitos
Que ven las noticias de lunes a lunes
Y todos los días se vuelven bolitas
Se vuelven bolitas y quedan quietitos

Y mejor cierran las puertas ¡si está tan mala la cosa hoy!
Mejor no hablan con extraños, ¡ya no se puede confiar en nadie!
Mejor no salen a la calle ¡en todas partes cunde la delincuencia!
Mejor no hacen nada ¡hay que asegurarse de estar seguro!

¡Ah! (ovación) pero por sobre todo: las mantis
Elevadas a fuerzas de tarot, de horóscopos chinos,
De fango-terapias, magno-terapias, feco-terapias
En otro nivel pues,
Libradas de impurezas, codeándose con lo diáfano
Despojándose de lo material, manejando 4x4s
Despreciando el dinero, comprando terrenitos en el sur

Las mantis… ¡admiradlas y haced todo lo posible
Para respirar de su aire, para blanquearse con su cloro!

Por ahí están también las avispas
(Ellas todavía quieren cambiar el mundo)
Y andan enterrando la lanceta por ahí, por allá
Vuelan raudas por ahí, por allá, por acullá
Pero ni rasguñan la colmena
Son especie en extinción
Cazadas por los gusanos y las orugas

¡Y las señoras orugas!
¡Orugas altivas y regordetas!
Se mueven tan diligentes
Como su abrigo les permita
Guardianas recelosas
¡De lo que queda de moral pues mijito!

Orugas monjas, orugas de micro
Blandiendo vituperios y escrúpulos
Censurando al blasfemo
Acusando al osado

¡Azotando con moralasos!
¡Educando a latigazos!
Hasta que queden moralosos
Los indecentes y escandalosos

Estos son los insectos
Entre muchos otros

-------------------------------------------Soy el risotólogo
-----------------------------------------Entomólogo de oficio
------------------------------------------Escribano por azar

----------------------------------------Desparramo risotadas
----------------------------------------Sobre insectos varios
----------------------------------------Desparramo risotadas
-----------------------------------------Sin afán de insultar



-------------------------------------------------------------------------------¡Señor risotólogo!
-------------------------------------------------------------------¡El insectario debe completar!
----------------------------------------------------------------------¡Ni un insecto ha de faltar!
------------------------------------------------------------------¡En el magno y pulcro risotear!

------------------------------------------------Razón tienes
--------------------------------------------Muchacho de mierda



Hombre:
El insecto por antonomasia
O concatenación infinita de insectos

Amén.

domingo, abril 20, 2008

Absoluta diseminación de los perros en las calles (cantar de gesteogonía)

Y alguien creó primero al perro
Y los cadáveres eyectaron gritos de asombro (Oh!)
Y luego fue creada la calle y
Los cadáveres re-eyectaron más y más Oh!-es

Entonces el perro decidió habitar las calles:
Con pasos y orinas y pulgas y perrosidades varias
Perrosidades varias,
De entre las que una destacó por su orejigrandeza
Provocando serias risotadas entre sus perrosipares
Cumulando ella con metallanto, un cúmulo de risotadas páricas

Y entonces (¡nadie sabe cómo mierdra!)

La metallorante perrosidad, decidió animosiar los cadáveres
Mientras éstos no dejaban de gritar nacientes Oh!-es

Y luego de ser pateados en el culo cadavérico

Se diseminaron a sí-mismos por las pérricas callejas

A la perrosidad pateadora le llamaron ‘Dios’ y a sus pateadospares: ‘hombre’
Y en su turbulenta desparramación por las calles
Patearon en rememoración divina, a todos los perros callunos: ¡Ah desgracia!
¡Magna-inconsciente blasfe-meada!

Una vez culminada la sacrílega pateadura.
Se dedicaron a buscar a su diosístico pateador
Para pedirle pateas nuevas
Y en el intento perpetuoso, aprendieron a fabricar sus pateas propias
En laboratorios e industrias pateafísicas

Entonces al gran pateador, dejaron de buscar
Con científica no-buscosidad
Y con científica no-buscosidad también:
Fabricaron pateas y más pateas
Y compraron pateas y pateas más
¡Y la gente por las pateas enloqueció!

Hasta que llegó un día desocultado
En que los laboratorios pateafísicos, se patearon a sí-mismos
Y con conísitica embudosidad, calleron también los hombres
En la cataclísmica autopateadura.

Y fue entremedio del tracaleo, que una ‘e’ voló eyectada.

Un úbico ombligo de aquello se enteró
Y procuró recoger lo que había quedado
De los pateados laboratorios
Patafísicos ahora, parecían llamarse
Parecían haberse llamado siempre
Los laboratorios pateadísimos
Y un faustróllico ubónico, a investigarlos se dedicó.

Un día de esos, el faustróllico, a un tubo de ensayo; MIERDRA! Le gritó
Y de entre los tubos hermosos, un perro calluno se desocultó
El faustróllico MIERDRA! Volvió a gritar

Y en el perro:

Pasos y orinas y pulgas y perrosidades varias, observó
Las cuales sermoneaban a un orejigrande Dios:
“Ah Dios! Tú animosiaste y pateaste en el culo a los cadáveres, tú!
¡Por tu culpa fuimos por ellos pateados, por tu culpa, Ah Dios!”
-los escuchó decir-.

Y en un acto de la más científica motivación, a Dios con pinzas separó
Y lo midió con cuidado y exactitud.

Desde el día de aquel ingente descubrimiento
Las más ilustres autoridades homínidas
Han ordenado des-Diosear a todos los perros callunos
Y todos los Dioses des-perrados,
Han sido sometidos a la más exhaustiva medición.

¡Desde aquel día, todos los días se celebra la patadura de perros!

¡Salve Oh el faustrólico úbico!
¡ a los perros ahora patamos con consciencia
Y a los Dioses medimos sin temor a blasfe-mear!
¡Salve Oh el faustrólico úbico!


¡Salve Oh!

viernes, abril 11, 2008

Subversión de un ininiti-lado sin fémur

El rectángulo me invitó a tomar el té
Sus cabellos parecían recobrarme la renta
Su mirada se estrellaba con los puentes de avispas
Y los abedules eran cazados por las moscas alrededor

Eso fue ayer o nunca
Entonces un camello desparramaba risotadas
A causa de tu cirujano que se dispuso a llover

Y el rectángulo me lanzó una taza ¡una taza!
Yo por supuesto, corrí para darle un correcto entierro
Sin embargo no pude evitar que arribara. El infame triángulo
Se sentó a una derecha y murió al instante
Y yo que no era tan raro
Lo unté con paté y me lo comí.

La cita acabó cuando vino el libro

Me gritó seriamente una página llena de palabras:
“abyecto círculo ¿por qué te escapas?”
Y en audaces movimientos nos capturó a todos
Nos acarició un rato las mandíbulas y luego se cerró
Porque él estaba siendo atrapado, por la profesora de geometría.

viernes, marzo 14, 2008

La metafísica y yo, y la comida


En mi juventud rechazé la metafísica, de la misma forma que un lector-acerrimo-de-informaciones-nutricionales; rechaza una hamburguesa con tocino y doble porción de queso, a la vez que intuye muy lejanamente el sabor probablemente más delicioso del cosmos. hoy en día esa intuición a cambiado su lontananza por una proximidad que me tiene comiendo ochenta y dos COMA cinco hamburgesas al mes...

Razón uno: he descubierto que la hamburguesa metafísica con tocino y doble porción de queso, es el alimento por excelencia del hombre feliz.

Razón dos: ¿no creerá que en verdad me como esas hamburguesas? ¡es una taméfora estúpido!

Razón tres: lo que EN REALIDAD sucede, es que jamás he comido de esas hamburguesas; no obstante, me sustraigo con gran maestría a sentir su infinito sabor en mis agraciadas papilas gustativas.

Razón cuatro: la mezcla coherente de la razón uno, dos y tres

Razón cinco: la mezcla coherente de la "razón cuatro" con la "razón seis"

Razón seis: ¿puedo hablar de Dios? sí ¿puedo decir que soy Dios? sí ¿puedo decir que hay un universo en mi globo ocular? sí ¿puedo pararme en la escalera más lejana de todos los límites del cosmo? pues claro ¿puedo recoger una moneda en dos lugares al mismo tiempo y en dos tiempos en el mismo lugar? completamente plausible... ¡PUEDO DECIR (RECOGER, PARARME) (EN) ( ) TODO!

Razón siete: ¿puedo creer DE VERDAD en todo? no, para nada ¿puedo asombrarme de todos modos? sí ¿puedo el día de mañana cagarme en estas siete razones? ningún problema compadre ¿puedo el día de mañana cagarme en el universo? puedes incluso hacerlo en ESTE instante... ¡Ah! ya no lo hiciste.

Te quiero Borges, me cambiaste la vida.

viernes, febrero 22, 2008

El micro

Prisma indolente, reflejo atingente
Holograma de la metrópolis
Mezcolanza que reúne la diáspora
De los que también pueden ser libres

Pero en el micro no…
Encerrados en el movimiento
Siempre rodando, nunca estando
Repulsivamente atiborrados
Viajan sin ser viajeros.

La moral de los metros cuadrados
Recorre cada hierro y cada asiento
Las viejas de micro: guardianas recelosas
Se persignan con cada monolito
Se escandalizan con cada desertor
Que no comprenda lo enjaulado que está

Carteras, asientos, ceder
Ancianas, preñadas, cojos
Atmósfera de la insoslayable ley
Que espeta cada cuerpo y cerebro
¡Cuán calco de la polis organizada!
Por el poder, el sufrimiento, la debilidad

Y timoratos caen los pasajeros
En la microsociedad, el microestado, la micromoral

El micro

Bastión de temblor y disciplina
Que flaquea la voluntad del más brioso
Mezcolanza que reúne la diáspora
De los que también pueden ser libres

Pero en el micro sí…
Basta una mirada absorta
Por el ventanal vertiginoso
A un Santiago bullente
A un Santiago lloviendo
Mágico escenario para el ser

Que escapa del vehículo infernal
Y se proyecta en imágenes de invierno
Se traslada a pensamientos de viajero
Enajenándose del encierro moral
Y siendo un ser de lejanías

Pues todo hombre puede ser libre
Dentro de la más oscura cárcel

Y aún más libre
Que en el más extenso páramo
Si una dulce imagen levita sus cadenas.

martes, febrero 12, 2008

¡Ahí viene el padre Porfirio!

“¡Ahí viene el padre Porfirio! ¡Viene, viene…!” Luego de aquel estruendoso anuncio, el eufórico capitalino permaneció en silencio por unos segundos, para así poder concentrar toda su capacidad sensitiva en la vista; achicando los ojos, usando sus transpiradas manos como visera y tomando la expresión de felino agazapado en furtiva preparación para atrapar con la vista, lo que con la boca luego anunciaría: “¡Y viene cómo con cinco marraquetas!”

El padre Porfirio avanzaba parsimoniosamente desde la catedral, con la diligencia que inscribe la rutina en el caminar de una persona, dirigiéndose a la banquita de la plaza de armas que ya conocía de memoria su accionar. Ni una sola gota de sudor corría por su tez, y su sotana parecía recién confeccionada por los ángeles. Se sentó, y la gente ya advertida de su presencia, formó un círculo alrededor de él; pero no un círculo como el que cien años después formarían los tátara-nietos de aquellos hombres, alrededor de un humorista, un mago, o un peruano ofreciendo celulares; sino que uno el cual tenía como principal finalidad, ser imperceptible para el cura. Por lo que el radio de éste, superaba holgadamente los quince metros y la separación entre los puntos (o personas) que formaban el perímetro del círculo, era irregular y distanciada. Siendo así, esta formación geométrica de la naturaleza humana colectiva, perceptible sólo desde arriba… desde el cielo…

Y el padre Porfirio comenzó… arrancó un pedazo de pan y se lo lanzó a las palomas que se encontraban a su alrededor. En ese momento, la actividad de las personas del círculo menguó hasta reducirse a la inconsciente tarea de patear una piedra o rascarse la cabeza. Para entrar plenamente en el trance que el padre Porfirio les provocaba todos los días, a las siete de la tarde, en la plaza de armas santiaguina de 1896.

El pregonero que había tomado expresión de felino para anunciar la llegada del cura, tomó ahora la expresión insensible de las palomas recibiendo el pan. Renunciando a su conciencia y a la vitalidad fragorosa de vende-diarios; para recibir en su cráneo un pequeño momento de divinidad, un pequeño momento de eternidad (por paradójico que suene), un pequeño momento de…

-Mire pues comadre ¡si no le digo yo! Es tan rebueno el padre Porfirio –cuchicheaba una señora a su comadre- ¡como si no tuviera suficiente con todo el día estar adorando al santísimo y ofreciendo misa!.

-¡Chita qué es cierto comadre! Ta’ todo el día haciendo el bien ¡y pa’ ma’ remate es solidario con las pobres aves!… ¡ni que fuera franciscano!

Y así al igual que aquellas dos comadres, toda la atención de la concurrencia comenzó a girar en torno a ese dadivoso brazo, que lanzaba desinteresadamente el pan del señor, el pan de cristo. Y todos creyeron en un mismo instante, en la fracción de segundo por la cual voló en el aire la última miga; que recibirían el cielo y que no-sufrirían eternamente. Fue una epifanía tan conmovedora y deliciosa, que caló en lo más profundo de sus mentecillas. Y una vez más su cerebro se engañó con más y más neurotransmisores placenteros, con más cielos en la tierra y tierra cicatrizándoles la dolorosa gangrena de seres arrojados a la existencia y al látigo de la ortodoxia.

El padre Porfirio acabó su ponzoñosa tarea… -Sí, ponzoñosa; pues el placer por la promesa ultraterrena, es el veneno de la vida. Un veneno que se esconde en nuestra química cerebral, y que se activa con sotanas que lanzan pan y cortes de pelos inmutables que caminan flotando-… acabó su ponzoñosa tarea y regresó a la catedral en la misma actitud pulcra y vituperante en la que había llegado, abrió la puerta del monasterio en un impecable gesto; para lanzarse en el menor tiempo posible sobre una silla de la sacristía, donde comenzó a sudar todos los litros de transpiración que no había sudado frente a la gente, manchando su inmaculada sotana y despeinando su indeleble peinado…

¿Te preguntaras cómo cresta sé todas estas cosas? No es que me haya leído un libro de historia, o que las haya visto esto en un diario… lo que sucede es que humildemente… pues soy Dios… y lo que acabo de narrar sobre la plaza de armas, sucede por debajo o en mis ojos (si ha oído hablar acerca de las Señoritas Puy-puy, entonces en mis ojos). Y bueno… me gusta escribir (desde mi fabulosa vista panorámica) los cuadros de aquellos que toda su vida invocan mi nombre, de los que temen a castigos que nunca he dado y que nunca daré y de los que esperan que les lance pedazos de eternidad. De la misma forma en que todos los días, a las siete de la tarde, en la plaza de armas santiaguina de 1896; realiza eternamente el santísimamente contumaz: Padre Porfirio. Amén.

viernes, febrero 01, 2008

¿Divinas plumas? y/o ¿Absurdo divino?

“Las señoritas Puy-puy son los seres más extraños que se pueden encontrar en los universos… habitan al interior de nuestro globo ocular, y están hechos del agua y los nutrientes que hay en éste. Su tamaño es semejante al de una bacteria, sin embargo, su apariencia difiere muchísimo de una; se asemejan más bien a un ser humano con características anatómicas de anfibio y el perfil psicológico de la Lophophora Williamsí (¡madre mía!).

De su estructura y desarrollo social se sabe de buena fuente, acerca de las rutilantes ciudades y enclaves construidos con propósitos de eficiente producción industrial. No obstante, jamás han conocido y menos desarrollado un comercio o algo parecido. En sus industrias se fabrican una variedad ininfinita de objetos inimaginables; con las propiedades más absurdas y las utilidades más grotescas, que usted, sobre todo usted, se podría imaginar (repudiando).

La cosmogonía de estos seres es algo interesantísimo… nuestras pupilas son para las señoritas Puy-puy “el sol”, y el volumen total del globo ocular (que ellas desconocen con demasía) es lo que llaman humildemente: “universo”, el cual sigue siendo un gran misterio para estos magníficos seres. Aunque pesar de ignorar sobre su “universo”, han creado un minucioso calendario que distingue el día de la noche, basándose en la duración promedio en que los parpados permanecen abiertos y cerrados. ¡Ah y por cierto! Lo que para nosotros es congoja, rabia y llanto; para ellas son un fenómeno meteorológico llamado lluvia y mal tiempo… ¡Ah y el tiempo! Casi se me olvidaba…

El tiempo para estos seres corre de forma muy distinta a la forma que corre para el hombre: lo que un humano realiza en el tiempo de un día de sol a luna, ellos lo hacen en el tiempo de un ojo abierto a uno cerrado (No se ponga a llorar de júbilo Mr. Ford)

Esto y mucho más son las Señoritas Puy-puy… Aunque podrían ser otras cosas ¿por qué?...pues ya saben: soy un científico ilustrísima, honorabilísima y profundamente respetable; sin embargo, mi ciencia se llama patafísica , y la hago a partir de excepciones que jamás son pocas. Por esto, es que les quiero info….”

Josué dejó sorpresivamente de escribir las estupideces sobre señoritas y puy-puyes que salían de su plumas; pues claro, él mismo: un personaje fascinante, debía empezar a ser escrito por mí: su desconocido escritor… Pobre de Josué, siendo él un personaje deslumbrante, profundo, arrebatador; de esos prototipos que son llevados a la pantalla grande; se tuvo que ver apabullado por el infausto azar de ser escrito por un imperito don nadie como yo.

Después de largos espacios en blanco de meditación, he reflexionado que lo mejor es que Josué no sea escrito y se quede tal cual como lo que es ahora y de lo cual él no tiene idea. No se aflija gallinazo, no es nada importante; lo que pasa es que Josué es una Señorita Puy-puy residente en mi globo ocular, y en cuanto él termine de escribir lo que estaba escribiendo sobre las Señoritas Puy-puy, se levantará de su escritorio, caminará unos cuantos pasos, gritará: ¡Aaaah! Y se diluirá en la sustancia de agua y sales minerales en la que estaba inmerso y de la cual estaba hecho… ¿por qué este fatídico final? Pues porque yo lo decido, ¡yo!: su escritor y dueño de ¡mi! Ojo: su humilde universo.

“…¿en que había quedado? ¡Oh sí!: por esto, es que le quiero informar que yo e incluso tú podríamos ser una señorita Puy-puy”

-¡Aaaah!

“es el mejor final que he escrito en mi vida” me dije a mí mismo (el escritor de Josué) y luego de esa auto-alabanza, seguí escribiendo que iba que iba a seguir escribiendo; al mismo tiempo que me daba cuenta con perfecta aceptación, de que yo podría ser una Señorita Puy-puy al interior del ojo de un otrora llamado Dios, y ahora después de esta inapelable epifanía tan sólo llamado: imperfecto renacuajo; que observa (utilizando mi universo para aquello) las sales minerales de su imperfecto Dios y trasciende (al igual que yo y al igual que Josué) en la pluma.



martes, enero 29, 2008

A los vegetales de delantal blanco

El serojo de la puerta
¿Quién sabe rojo?
Gira con una llave de arena
Fue un cilantro el capaz de efectuar
Tan cientifífica tarea

ABRIMOS LA PUERTA
Y NOS ENCONTRAMOS CON UN CILANTRO
ABRIENDO UNA PUERTA

¿Quién sabe rojo?

El artista o el artero
No me hable de raperos
O menos de rimas celulíticas
Corren por el campo
Les corre la baba
Imagínese a esas rimas

Llevan la carne a cuestas
La sujetan con la nariz
¿Pero si la rima es una nariz?
Mucha razón señor aguafiestas

El serojo de la puerta
(¡Ve que sabía rojo!)
Nunca gira con arena
Pero de alguna forma giró
Y aquí estamos viendo cilantros
Y puertas abrirsesese

De alguna forma avesurda
Nos tropezamos con la seriedad
De los vegetales impávidos

Si pudiera ver desde arriba
Vería el infinito
De puertas y cilantros
Y llaves de arena

Nunca deje de ver desde arriba
Siempre hay aviones para eso
¿Y para qué quieres aviones?
Si puedes saltar con una avesurda

¡BRAVO!

Salud y seriedad ininfinita, para todos los gallotes
.

miércoles, enero 16, 2008

Inauguremos nuevamente
Los labios del fluir irracional
Inquiramos nuevamente en la bóveda
Del imán más potente
Abramos con vehemencia saturnina
Los portales de aquel universo
Que por los poros entra
Y por los labios sale

Esos labios yo quiero en mis bocas
Esos poros yo quiero en mis pieles
Mis fragmentos en manos del verso
Mis esquirlas en carne sin seso
Danzando en un portento viejo
Los pasos de un portento nuevo

Malditos, Ubúes, Condes, surreales
Todos los viejos en la verbena de Dionisio
¡Pero qué viejos!: el tiempo es una irrisión
En los labios suyos, en los labios míos
Y todos danzamos en un mismo delirio
Y todos nos embriagamos del mismo vino

Agitemos los labios del fluir irracional
En nuestras bocas expectantes
Al heurístico delirio
Que una vez más se viste de verso

martes, enero 08, 2008

Insomnio Shamánico

Que las camas, los catres, los lechos
Dejen de ser tan pequeños
Cada noche corroboro
Esta necesidad perentoria
En un desgarrador ojo abierto

Cada noche el vaivén
De mi insomne cuerpo
Me sugiere el abismo
Que cultiva mi cama

Cada noche en un borde
La gravedad me llama
A caer de mi lecho
Enredado entre sábanas

Pues la psicosis humedece
La oscuridad de mi cuarto
Y me empapo en ausencias
Me empapo en angustias, dolencias

Una mano bajo la almohada
La misma en mi cabeza, en mi pelo
Posiciones incómodas, comezones
La otra tantea el abismo, pionera audaz

Y los perros que ladran
En intemperies ignotas
¿A qué le ladran?
Yo también ladro
¿No me escucho acaso?

No me escucho y de nuevo en el borde
La gravedad es hermosa
Promete un abismo
Ausente de humedades

Abro los ojos y caigo, en efímera voluntad
El golpe, una risa, lucidez, silencio
Entre sábanas que ya habitan mis poros
Sobre suelo frío y contactos inocuos
Veo polvo, pelusas, juguetes de antaño

Y me incorporo con pachorra
Para iniciar un ritual sin dioses
Las sabanas me conducen absorto
A la ventana eyectada con goce

La luna me energiza los ojos
Hay calle, hay pies descalzos
Hay verbena portentosa
Hay un yo: sonámbulo voluntario

Guiado por un nuevo instinto
Impulsado por un pecho que refulge
Me transformo en cuadrúpedo
Y ladro en fragores nocturnos
Junto a los otros perros

Que nunca fueron perros
Sino que hombres como yo:
Empapados de carencias
Caídos entre sábanas y noche

Paracaídas y alambique
Que transforma las angustias
En portentos de trasnoche
Paradojas humanas
Paradojas noctámbulas

Ladrando con regocijo inmunizante
Aullando con misticismo shamánico
A las lunas rutilantes y sensuales
Nuestras húmedas tribulaciones